El psicopedagogo italiano lanza cinco propuestas para reinventar la educación en tiempos de incertidumbre, en el ciclo inaugural del curso escolar en Cataluña, donde Bargalló defiende un retorno presencial.
Francesco
Tonucci, psicopedagogo italiano, investigador y experto en niños, fue una de las
voces más críticas con las familias y los profesores que reivindicaron seguir
con el currículum escolar en casa cuando la covid paralizó el mundo. Cuenta que
en Italia se asumió el lema “la escuela no para” y los niños siguieron estudiando
en casa la fotosíntesis o la Guerra de los Treinta Años, cuando en la calle se
hablaba de China y de un nuevo virus al que habían bautizado SARS-CoV-2. ¿Cómo
podía ser que los niños siguieran con los programas escolares diseñados a
principios de curso cuando por primera vez en la vida moderna un virus lo había
parado todo?
Tonucci
es un firme defensor de que en el aula se aprende los contenidos que
los niños llevan a la escuela. Y a diferencia de lo que vienen denunciando
padres y profesores, a través de las redes sociales, es un amante de la
incertidumbre. “La incertidumbre es una actitud privilegiada de
conocimiento”, dice. “Se investiga sobre lo que no conocemos”, alega en su
defensa. Durante el confinamiento, propuso considerar los hogares como
un laboratorio donde los niños podían aprender a poner lavadoras, tender la
ropa o hacer pasteles. Lo cierto es que la harina y la levadura se agotaron
en los supermercados, aunque un grueso de las familias seguían reclamando los
deberes tradicionales. Hace años que Tonucci denuncia que la escuela no
funciona y ahora insiste en aprovechar la pandemia para reinventar la educación.
La educación en tiempos de incertidumbre
La
peste moderna irrumpió en plena primavera pedagógica. Y para ayudar a
repensar la escuela, el departamento de Educación de la Generalitat de Cataluña
ha invitado esta mañana a Tonucci a compartir sus reflexiones a través
de una ponencia virtual para inaugurar oficialmente el curso 2020-2021. Su
charla es la primera de un ciclo que lleva por nombre “La educación en
tiempos de incertidumbre”. Tonucci ha defendido la vuelta al colegio bajo
el principio de que es el lugar donde todos lo niños tienen igualdad de
oportunidades.
El
objetivo de la educación es que cada niño encuentre su juguete favorito
El
objetivo de un colegio no es conseguir que todos los niños saquen un 10 en
matemáticas, si no ayudar a los alumnos a encontrar y desarrollar sus aptitudes, ha resumido.
En otras palabras, el referente el pedagogía Howard Gardner lo llama
inteligencias múltiples. Mientras que el escritor Gabriel García
Márquez habla de que el objetivo de la educación es que cada niño encuentre su
juguete favorito.
¿Cómo es un buen maestro?
Tonucci
ha defendido que cada niño tiene derecho a un buen maestro. Y como buen maestro
ha recordado a un buen amigo: Mario Lodi. Ha explicado que en
Italia, los profesores acompañan a los alumnos entre 1º y 5º de Primaria. El
maestro Lodi acostumbraba a escribir una carta a los padres un mes después de
conocer a sus alumnos. Si no detectaba nada extraño, les venía a decir que
todos los niños tienen una inteligencia normal y que todos aprobarían los
próximos cinco cursos. Si no lo hacían, la responsabilidad era del profesor y
de la escuela por no haber desarrollado sus aptitudes.
La
escuela que no promueve a todos los alumnos es como un hospital que cura a los
sanos y rechaza a los enfermos
Con
este ejemplo, Tonucci lanza una reflexión para las escuelas. “El colegio que no
aprueba a sus alumnos, sobre todo, a los últimos de la clase, es un colegio que
fracasa”, denuncia. En otras palabras, “si la escuela no promueve a
todos los alumnos, es como un hospital que cura a los sanos y rechaza a los
enfermos”.
Cinco oportunidades de la pandemia para cambiar la
escuela
Tonucci
ha lanzado cinco consejos para que las escuelas aprovechen la pandemia como una
oportunidad. En primer lugar, llama olvidarse de recuperar el tiempo
perdido y retomar viejas costumbres. “Los profesores han de darse
cuenta de todo lo que han aprendido los niños durante este tiempo, con la
soledad, con la pérdida de un familiar, con la lejanía impuesta de los abuelos,
al convivir con sus padres e inventar cosas nuevas para no aburrirse”, ha
citado.
Los
profesores han de olvidarse de recuperar el tiempo perdido y retomar viejas
costumbres. Han de darse cuenta de todo lo que han aprendido los niños durante
este tiempo
En
segundo lugar, propone un nuevo pacto educativo más amplio en el que
participe toda la comunidad y la responsabilidad de educar sea compartida.
En
relación con esta idea de que la escuela es el lugar donde el mundo se
desarrolla, ahora que los niños pueden salir de casa, plantea que las ciudades
y pueblos se ofrezcan a las escuelas como aula. Defiende la creación de
una zona de respeto alrededor de los colegios para que las utilicen como área
de recreo, para hacer educación física o clases al aire libre.
En
cuarto lugar, cuando la pandemia lo permita, propone modificar las
escuelas tal y como las conocemos. Critica que no tiene sentido que los
alumnos pasen ocho horas sentado en el mismo lugar haciendo de todo y
plantea cambiar los colegios con aulas por colegios con talleres y
laboratorios, donde los niños de desplazan, para que cada alumno encuentre su
juguete preferido, como dice García Márquez. “¿Por qué no hacer química
en un laboratorio, ciencias naturales en un huerto, mecánica en un sotano o
lectura en la biblioteca?”, pregunta. Y en cuanto sea posible, también, mezclar
edades.
Los
niños son los protagonistas de la educación, no los destinatarios
Finalmente,
insiste a los profesores en que los niños son los protagonistas de la
educación, no los destinatarios. “Tienen derecho a expresar su opinión
y a gobernar juntos las escuelas”, subraya.
El conseller de Educación defiende la educación
presencial
El
conseller de Educación, Josep Bargalló, que ha seguido la conferencia con
atención, ha cogido el guante de Tonucci y ha trasladado un mensaje a las
familias. Entiende que hay padres que tienen miedo pero ha insistido en que “el
riesgo de volver a la escuela es inferior a otras actividades que hemos hecho
este verano como ir a la playa porque la escuela es un entorno controlado”.
Bargalló
ha asumido que el confinamiento atacó el derecho de los niños a la educación
porque se les aisló. El conseller entiende que el derecho a la educación no es
asumir los conceptos que se recogen en la programación. En la línea que ha
expuesto Tonucci dice que el derecho a la educación real tiene que tener en
cuenta el juego y la sociabilización. “Esto no se consigue telemáticamente”, ha
remachado.
Fuente:
https://www.larazon.es/cataluna/20200903/2znibl23gbhjjilwvccstkf2fu.html
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