El sentido de "Calidad Educativa" no puede ser impuesto, sino que debe ser tomado como fruto de un acuerdo, y generado por las necesidades de una determinada comunidad ¿No existen imperativos relacionados con la afectividad? ¿Los sentimientos no condicionan toda nuestra conducta? Entonces ¿Cómo encauzar la Educación emocional?
Hay que saber cómo actuar para alcanzar las pretensiones.
¿Qué y cómo hay que hacer para conseguir lo que deseamos alcanzar? La
estrategia es necesaria porque es un error pensar que se alcanza la madurez
emocional de forma espontánea. La estrategia se dirige a los planteamientos
cognitivos, a las reacciones emocionales y a los comportamientos relacionales.
Rechazar creencias
irracionales
Existen formas de pensar y de pensarse que actúan como
dogmas destructivos sobre la vida psíquica de las personas. Estos dogmas
bloquean el desarrollo emocional. Se trata de ideas, creencias y pensamientos
que, si se analizan y se relativizan pierden su carga negativa. Albert Ellis
plantea, después de largas exploraciones y numerosos encuentros terapéuticos,
once ideas irracionales que minan la vida emocional de las personas. Lucien
Auger las analiza de forma clara y sugerente.
·
Para el ser humano es imprescindible ser amado o
aceptado por cualquier otro miembro relevante de su círculo.
·
Uno tiene que ser muy competente y saber
resolverlo todo si quiero considerarse necesario.
·
Hay gente mala, despreciable, que debe ser
severamente castigada por su villanía.
·
Es desastroso y catastrófico que las cosas no
sigan un único camino y no acontezcan de la única forma que a uno le gustaría.
·
La desgracia o la infelicidad humana es debida a
causas externas y la gente no tiene ninguna o muy pocas o ninguna posibilidades
de controlar sus disgustos o trastornos.
·
Si algo es o puede llegar a ser peligroso y/o
aterrorizante, uno debe preocuparse terriblemente al respecto y recrearse en la
posibilidad de que ocurra.
·
En la vida hay veces que es mejor evitar que
hacer frente a algunas dificultades o responsabilidades personales.
·
Uno depende de los demás. Siempre se necesita
alguien más fuerte que uno mismo en quien poder confiar.
·
Un suceso pasado en un decisivo determinante de
la conducta presente porque si algo nos afectó sobremanera una vez en la vida
debe continuar perturbándonos indefinidamente.
·
Uno debe estar permanentemente preocupado por
los problemas de los demás.
·
Existe invariablemente una solución perfecta y
precisa para los problemas humanos y es catastrófico que uno no de con esa
maravillosa solución.
Otro autor que insiste en la importancia de realizar
reestructuración cognitiva para tener un ajuste emocional que permita vivir
felizmente la adaptación a las situaciones es Beck que llama "pensamientos
automáticos" o "distorsiones cognitivas" a lo que Ellis
denominaba "ideas irracionales". Por ejemplo:
·
Pensamiento dicotómico: ver las cosas blancas o
negras, falsas o verdaderas, felices o infelices, sin darse cuenta de que estos
conceptos son los extremos de un continuo.
·
Sobregeneralización: ver un simple suceso
negativo como un modelo de derrota o de frustración que nunca acabará.
·
Abstracción selectiva: poner toda la atención en
un detalle, sacándolo de su contexto, ignorando otros hechos más importantes.
·
Descalificación de experiencias positivas: no
tener en cuenta las experiencias positivas y mantener una creencia negativa que
realmente no está en la experiencia diaria.
·
Inferencia arbitraria: ver las experiencias como
negativas, exista o no evidencia a favor de realizarla.
·
Magnificación o minimización: magnificar los
propios errores y los éxitos de los demás. Y, por el contrario, decir que los
errores de los demás no tienen importancia y que los éxitos propios son
inexistentes.
·
Razonamiento emocional: Asumir que los pensamientos
negativos son el resultado de que las cosas son negativas.
·
Expresión asidua del "debería":
intentar empujarse o mejorarse con los típicos "debería", tendría
que" ... que dan como resultado la culpa.
·
Etiquetación: cuando comete un fallo, la persona
dice "soy una estúpida".
·
Personalización: verse a sí mismo/a como la
causa de algunos sucesos extremos desafortunados.
Pondré algunos ejemplos tomados de Lega y otros, indicando
entre paréntesis el pensamiento racional correspondiente:
·
soy un estúpido (mi comportamiento fue
estúpido);
·
no puedo soportarlo (puedo soportar lo que no me
gusta);
·
es un imbécil (no es perfecto);
·
debo ser condenado (fue mi culpa y merece
sanción,
·
pero no tengo que ser condenado);
·
soy un fracaso (soy una persona que a veces
fracasa);
·
esto es toda mi vida (esto es un parte
importante de mi vida);
·
esto no debería ocurrir (esto ocurre porque es
parte de la vida);
·
necesito que él o ella haga eso (deseo que
el/ella haga eso, pero no necesariamente debo conseguirlo);
·
no tiene derecho (tiene derecho a hacer lo que
le parezca);
·
debería haberlo hecho mejor (prefería haberlo
hecho mejor,
·
pero hice lo que pude en ese momento);
·
nada funciona (las cosas fallan con más
frecuencia de lo que desearía);
·
todo sale siempre mal (a veces, tal vez
frecuentemente, las cosas salen mal) ...
Las inferencias que se hacen respecto a lo que sucede,
muchas veces son irracionales y, por ello, destructivas. No se basan en una
lógica rigurosa. La terapia racional emotivo-conductual, hoy tan en boga, se
basa en la superación de estos pensamientos irracionales. Desmontar estas distorsiones
cognitivas pone al individuo en el camino de la salud emocional.
Evitar las profecías
de autocumplimiento
Una de las formas más dañinas de destruir la forja de los
sentimientos es enunciar profecías de autocumpliento. Pueden tener como
destinatarios a grupos o a personas aisladas. Se trata de anunciar un fracaso
de tal manera que el fracaso acaba sucediendo.
Dado el poder de diagnóstico y de influencia de los
profesores es fácil hacer este tipo de vaticinios destructivos. Los alumnos que
se los creen acaban siendo víctimas de ellos. No hay mayor opresión que aquella
en la que el oprimido mete en su cabeza los esquemas del opresor.
Algunos se rebelan y encuentran en la profecía un estímulo
de superación pero es más frecuente el hecho de que el vaticinio se acabe
cumpliendo. El efecto Pigmalión sigue teniendo plena repercusión en las aulas.
Practicar los valores
Si la escuela es una institución en la que se ejercita la
democracia, los alumnos aprenderán a vivir los valores. Para ello hace falta
que ésta no se conciba solamente como un mecanismo formal sino como un estilo
de vida.
La democracia se sustenta en el respeto, en la libertad, en
la justicia, en el diálogo, y en la solidaridad. Esos
han de ser valores acrisolados en la vida cotidiana de la institución.
El ejemplo es la principal estrategia educativa. Las
contradicciones son altamente perniciosas para el aprendizaje de los valores.
No hay forma más bella y más eficaz de autoridad que el ejemplo.
Saber encajar los
fracasos
El error, el fracaso, la derrota pueden ser perjudiciales o
beneficiosos. Lo importante no son los hechos sino la forma en la que los
afrontamos. El mismo fenómeno a uno le estimula y a otro le hunde. Una ruptura
emocional a algunos les hace aprender y les fortalece. A otros les hace amargos
y escépticos.
Hay que aprender un arte muy importante en la vida personal
y también en la profesional: me refiero al arte de saber convertir dos signos
menos en un signo más. Hay que manejarlos adecuadamente. Otros tienen, por
contra, la triste habilidad contraria: de algo bueno que les sucede sacan dos
motivos de desaliento.
Sin fracaso, sin dolor, el ser humano no llegaría a tener
conciencia de sí mismo. Pero es necesario que el dolor no destruya sino que
enseñe y libere.
Elaborar un proyecto
compartido
La estrategia fundamental que hará posible el avance es
construir democráticamente un proyecto educativo que contemple, de forma
intencional, colegiada y progresiva el desarrollo emocional de los miembros de
la comunidad educativa.
No se trata de confeccionar unidades didácticas en las que
se trabaje todo lo anteriormente planteado. Se trata de elaborar un proyecto
que tenga como finalidad básica el desarrollo integral. Un proyecto que parta
del análisis del entorno y de la propia escuela, del conocimiento de las
familias y de los alumnos. Un proyecto en el que plantee la forma de organizar
la acción de manera respetuosa y exigente. Un proyecto que permita, en la vida
cotidiana, desarrollar relaciones enriquecedoras. Relaciones que respeten la
diversidad, que tengan en cuenta los sentimientos y que persigan la felicidad
de todos y de todas.
Para desarrollar el proyecto hay que revisar las
estructuras, las normas de funcionamientos, la naturaleza de las red de
relacione existentes. Se educa como se es, no como se dice que los demás deben
ser. Fue Emerson quien dijo: "El ruido de lo que somos llega a los oídos
de nuestros alumnos con tanta fuerza que les impide oír lo que decimos".
El proyecto, que atraviesa todo lo que se dice y se hace ha
de someterse permanentemente a revisión. Los mejores propósitos y la
planificación más ambiciosa se estrellan muchas veces contra la rutina y la
rigidez.
En la medida que todos los integrantes de la comunidad
compartan el propósito y sean fieles al compromiso se conseguirá mejor lo que
se pretende.
Extraído de
Arqueología de los sentimientos en la Organización Escolar
Miguel Ángel SANTOS GUERRA
Universidad de Málaga
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