Calidad Educativa es un concepto complejo, incluye también la existencia de un clima escolar positivo y seguro ¿Cuál es el estado del clima escolar y aprendizajes en América Latina y el Caribe? ¿Qué desafíos sobre el clima escolar se deben asumir?
El clima escolar es un factor de proceso escolar que afecta
de manera importante los aprendizajes. La calidad de la educación requiere de
un entorno inclusivo y democrático, donde todos los niños puedan desarrollar al
máximo sus potencialidades (UNESCO, 2005). Lo anterior es consistente con la
Convención de derechos del niño (1989) para la cual el derecho a la educación
se enmarca en los principios generales de no discriminación, interés superior del
niño, derecho a la vida, la supervivencia y el desarrollo; y respeto y
consideración por la visión de los niños. En efecto, en un marco comprehensivo
sobre el derecho a la educación, el “derecho al respeto en el entorno del
aprendizaje” es considerado actualmente como uno de sus tres pilares,
incluyéndose en esta dimensión el respeto por la propia identidad del niño, la
promoción de su participación creciente en las materias de su interés, y el
respeto por su integridad tanto física como sicológica (UNICEF y UNESCO, 2008).
Las investigaciones sobre eficacia escolar han dado un
soporte adicional a esta visión sobre la importancia de un clima escolar
positivo y seguro. Algunos elementos de un buen clima escolar propicio para un mayor
aprendizaje serían la orientación del trabajo de directivos y docentes puesta
en el aprendizaje de los niños, la inclusión activa de las familias y comunidad
para alcanzar estos objetivos; la valoración y reconocimiento de los alumnos,
la satisfacción de los docentes respecto a su labor y una alta capacidad para
prevenir y solucionar los problemas de convivencia escolar e indisciplina. Como
contrapartida, existe evidencia de que la violencia escolar afecta
negativamente el desempeño académico: en los establecimientos donde existe más
frecuentemente violencia escolar se deteriora el capital social y se dificultan
las habilidades para resolver conflictos de manera pacífica.
Clima escolar y
aprendizajes en América Latina y el Caribe
Existe abundante evidencia empírica sobre la relevancia del
clima escolar para los logros de los alumnos en los países de América Latina y
el Caribe. En el marco del Estudio SERCE-2006 ya mencionado, el clima escolar
aparece como una de las variables más relevantes y consistentes para explicar
el rendimiento académico de los estudiantes de primaria entre los países de
Latinoamérica y el Caribe. Además, como factores asociados con el clima escolar
se destaca el manejo de los docentes de la conducta dentro del aula y el buen
uso del tiempo lectivo, como lo que más influiría en los aprendizajes,
hallazgos que son consistentes con la literatura sobre escuelas efectivas antes
citada.
Para el análisis de los resultados SERCE-2006 el clima
escolar se definió como el grado en que los estudiantes se sienten acogidos y
respetados en la escuela, lo cual incluye entre otros aspectos las relaciones
entre alumnos, con los docentes, el clima en el aula, y situaciones de
violencia en la escuela. A
nivel global para la región, tanto el indicador de clima escolar medido a nivel
de la escuela como la percepción individual que los alumnos tienen del clima
escolar, resultaron positiva y significativamente asociados con los logros de
los alumnos de tercero y sexto grado, en las tres asignaturas evaluadas
(lectura, matemática y ciencias naturales).
Los análisis desagregados a nivel de los países mostraron a
su vez que esta asociación positiva entre el clima escolar y los logros de los
alumnos se replicaba para la gran mayoría de los casos, con una sistematicidad
e intensidad solo superada por la de las condiciones socioculturales de los
alumnos (Nicaragua es el único país en el que el clima escolar no apareció
relacionado con los aprendizajes para ninguna de las mediciones realizadas).
Adicionalmente, se encontró que el efecto del clima escolar en los aprendizajes
parece ser levemente superior para los alumnos de tercer grado que de sexto
grado, y en el área de las matemáticas un poco más que en lectura. Ciertamente,
en ningún país latinoamericano, para ninguno de los grados ni asignaturas
evaluadas, se encontró que un buen clima escolar estuviese relacionado con
menores niveles de logros académicos de los alumnos.
Por último, el estudio PISA-2009 también indagó sobre las
relaciones entre el clima escolar y los logros de los alumnos en lectura
(aunque en este caso, el clima escolar es definido más ampliamente como
“ambiente para el aprendizaje”, e incluye además de la calidad de las
relaciones en la escuela y la disciplina, el liderazgo del director, el estímulo
de los docentes hacia los alumnos y la presión de las familias hacia la escuela
en lo académico). Además de ratificar la relevancia de esta dimensión por sí
misma para el logro de los alumnos, el estudio PISA encontró que la calidad del
ambiente para el aprendizaje estaba fuertemente relacionada con las condiciones
socioeconómicas de la escuela, de forma que el efecto de ambos factores se
potenciaba: estudiantes que asisten a escuelas de mejor condición
socioeconómica tienden a disfrutar de un mejor ambiente para el aprendizaje, y
ambos factores en conjunto contribuyen a su mejor desempeño en lectura. Más
aún, el estudio encontró que este efecto combinado era particularmente marcado
en países como Chile, Trinidad y Tobago, Argentina y Uruguay (OECD 2010). Un
último hallazgo de ese estudio es que en la mayoría de los países
latinoamericanos participantes (México, Brasil, Colombia, Panamá, Perú,
Trinidad y Tobago, y Perú), la dimensión específica del clima disciplinario en
la escuela tenía un efecto positivo y significativo en los logros de lectura de
los alumnos.
Algunos desafíos
sobre el clima escolar
La creciente importancia del clima escolar ha llevado a que
se desarrollen políticas públicas en la región que integren esta dimensión como
un tema central para el mejoramiento en los aprendizajes, especialmente
dirigidos a los sectores desaventajados.
Una tendencia desde comienzos de la década del 2000 ha sido
la de propiciar la participación de los distintos actores involucrados en la educación,
los directivos, docentes, familias y los mismos alumnos. En efecto, un estudio
realizado en Latinoamérica señaló la importancia creciente de la creación de
Consejos Escolares a partir de reformas educativas varios países como Bolivia,
Brasil, Ecuador, Guatemala, México y Nicaragua. Otro ejemplo es el programa
EDUCO en El Salvador que propone escuelas con altos grados de autonomía que
están completamente administradas por la comunidad, lo que ha reducido los
índices de deserción escolar y ausentismo (UNESCO, 2005).
Con todo, la noción de clima o convivencia escolar es
bastante desafiante para las políticas educacionales, pues refiere a procesos y
relaciones interpersonales entre diversos estamentos, que son difíciles de
modificar por las políticas o de regular mediante los tradicionales reglamentos
de convivencia.
Incluso en la dimensión de la participación, que parece más
tradicionalmente accesible, se ha encontrado que el involucramiento de los
distintos actores en los Consejos Escolares se relaciona muchas veces con
asuntos de gestión administrativa o mejoramiento de la infraestructura escolar,
pero que la participación en temas de convivencia escolar es reducida; más aún,
esta tiende a orientarse hacia la elaboración de reglamentos, que más que
fomentar un buen clima o una identidad compartida al interior de la institución
escolar, se focalizan en sanciones para quienes los transgreden. Lo mismo
ocurre ha ocurrido con las políticas más recientes que apuntan a mejorar el
clima escolar; ellas tienden a poner énfasis en la reducción de la violencia o
situaciones de bullying, con enfoques punitivos y de control, sin contener
propuestas positivas de promoción de la buena convivencia.
Extraído de:
Situación Educativa de América Latina y el Caribe:
Hacia la educación de calidad para todos al 2015
Oficina de Santiago
Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe
1 comentario :
Hola, siempre dije que me interesa mucho todo lo que tiene que ver con la educación. Estoy absolutamente de acuerdo con la relación entre el aprendizaje y el clima o ambiente propicio para que aquél no quede en la nada. Me permitirías utilizar este magnifico trabajo ? Somos un grupo de madres con un gran problema.Y justamente es una situación de convivencia que ha generado que chicos de 7 años tengan que cambiarse a otro colegio. La maestra no advierte ni sabe contener a un grupo de 17 nenes, que viven asustados por uno y por la maestra. Creo que a esta altura del partido, el temor no puede ser usado como mecanismo para que los chicos aprendan....Mil gracias
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