lunes, diciembre 21, 2020

Marcos Roca: repensar la escuela en equipo, con foco en los vínculos

 La cercanía con los estudiantes, el valor de la confianza, la capacidad creativa de los equipos docentes, la necesidad de repensar los formatos escolares fueron algunas claves del trabajo de este año en el Taller Escuela María Asunción Guglielmi, de Fe y Alegría, dirigido por Marcos Roca.

 


Marcos Roca es director del Taller Escuela María Asunción Guglielmi, de Fe y Alegría, en San Martín: un bachillerato para jóvenes y adultos que en su mayoría viven en asentamientos del conurbano bonaerense y de Capital. Todos sus estudiantes vienen de haber dejado la escuela o de haber repetido varias veces. Sin embargo, siguen apostando a la educación como el camino para crecer.

 

Frente a la pandemia, Marcos y su equipo de docentes reforzaron el compromiso que venían sosteniendo desde siempre: hacer lo necesario para que la experiencia escolar que ofrecen a sus estudiantes sea diferente de aquella que los llevó a abandonar en el pasado. Sobre estas cuestiones habló en su paso por el ciclo “En primera persona” de Agenda Educativa, una serie de entrevistas en las que docentes y directivos comparten sus aprendizajes durante la pandemia.

“Cuando empezó el aislamiento, solo habíamos tenido una semana de clases con los ingresantes, y un par de días con los estudiantes de 2° y 3°. Primero pensamos: vamos a aprovechar este tiempo para reunirnos y seguir trabajando como equipo la propuesta”, recuerda Marcos.

 

A medida que pasaba el tiempo y la cuarentena se extendía, las estrategias reconfiguraban: “Empezamos haciendo un trabajo por materias, que después pasó a ser un trabajo por áreas: Sociales, Naturales, Lenguas y Nuevas Tecnologías, una por día. El viernes lo dedicábamos al encuentro comunitario de toda la escuela”. Marcos destaca que esta modalidad implicó un trabajo en equipo por parte de los docentes, y facilitó una visión más integral del aprendizaje.

 

Empezamos haciendo un trabajo por materias, que después fue un trabajo por áreas: Sociales, Naturales, Lenguas y Nuevas Tecnologías. Los viernes teníamos un encuentro comunitario

 

El contacto con los estudiantes fue clave desde el principio: “Hicimos un acompañamiento por Whatsapp, primero individual, después armamos grupos por curso. Luego sumamos las videollamadas y empezamos a encontrarnos con las dificultades de conexión y la falta de dispositivos”.

 

Las tutorías resultaron un espacio fundamental para el seguimiento de cada estudiante: “Designamos docentes a cargo de cada curso: grupos de cuatro docentes se dedicaban específicamente a un curso. A la vez, cada docente asumió tutorías con grupos pequeños, de unos diez estudiantes, a quienes seguía semanalmente y con quienes fue generando un vínculo más estrecho”.

 

El resultado: a diferencia de lo que pasó en otras escuelas, la matrícula no bajó. “Durante la segunda parte del año, cuando en algunas escuelas empezaba a mermar la participación, nosotros pudimos sostenerla o incluso aumentarla”, subraya Marcos, y agrega que todas las ideas surgieron del trabajo en equipo: “Los docentes fueron sumando ideas, estrategias y miradas. El trabajo comunitario facilita todo: como director, solo acompaño el proceso que está haciendo el equipo docente“.

 

Cada docente asumió tutorías con grupos pequeños, de unos diez estudiantes, a quienes seguía semanalmente y con quienes fue generando un vínculo más estrecho

 

Poner en valor lo aprendido para repensar la escuela a partir de 2021 fue otro eje de trabajo: “Creamos una comisión que se llama ‘Escuela a Futuro’, integrada por docentes, miembros del equipo directivo de la escuela, de Fe y Alegría, y por una egresada. La idea es poder pensar nuestra escuela a futuro a partir de todos los aprendizajes de este año, ver qué es lo que no queremos perder cuando volvamos a la presencialidad”.

 

“Creo que la escuela que viene va a estar enriquecida por esta experiencia“, asegura Marcos. Entre los principales aprendizajes de este año, resalta dos: el valor de la confianza y la importancia del vínculo con los estudiantes. “Creo que este año mostró que, cuando se deposita confianza en las comunidades educativas, de ahí pueden surgir experiencias significativas”, afirma.

 

Con respecto a los vínculos, concluye: “Cuando nos preguntábamos cómo lograr más y mejores aprendizajes, las respuestas siempre tenían que ver con cómo nos vinculábamos con los estudiantes. Como educadores tenemos que poner el foco en el estudiante como persona y en sus habilidades socioemocionales. Los contenidos aparecen como consecuencia del foco en la persona“.

 

 

 

Fuente

https://agendaeducativa.org/marcos-roca-repensar-la-escuela-en-equipo-con-foco-en-los-vinculos/

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