Calidad educativa
Imaginemos un libro
de texto escrito en un lenguaje indescifrable o una pizarra sin tizas.
Imaginemos una clase que se celebra en una sala de conciertos estruendosa, o a
un niño o niña que intenta hacer sus deberes en medio de un huracán. Es claro
que cuando faltan los componentes clave del proceso de aprendizaje y el
contexto, la educación en sí misma está condenada al fracaso.
Ciertamente,
recibir una educación de escasa calidad es lo mismo que no recibir educación
alguna. Tiene poco sentido brindarle a un niño o niña la oportunidad de
matricularse en la escuela si la calidad de la educación es tan precaria que no
le permitirá alfabetizarse, adquirir las habilidades aritméticas básicas o
prepararse para la vida.
Una educación de
calidad, esencial para el aprendizaje verdadero y el desarrollo humano, se ve
influida por factores que proceden del interior y el exterior del aula, como la
existencia de unos suministros adecuados, o la naturaleza del entorno doméstico
del niño o niña. Además de facilitar la transmisión de conocimientos y
aptitudes necesarios para triunfar en una profesión y romper el ciclo de
pobreza, la calidad desempeña un papel crítico a la hora de disminuir la brecha
existente entre los géneros en materia de educación básica.
El obstáculo más importante
que dificulta la educación es la discriminación por motivos de género: las
niñas constituyen el grupo poblacional más extenso privado del derecho a
aprender. De los 93 millones de niños y niñas desescolarizados, casi el 52% son
niñas.
Para los progenitores
que cuentan con recursos limitados, la calidad de la educación desempeña un
papel crucial a la hora de decidir matricular a sus hijas o que éstas prosigan
su educación. Si las niñas no aprenden, si lo que aprenden no es útil, o si el
entorno escolar no es seguro, los progenitores no enviarán a sus hijas a la
escuela.
Mejorar la calidad
educativa deberá ser la prioridad de cualquier programa cuyo objeto sea
escolarizar a las niñas y lograr que prosigan su educación. UNICEF adapta sus
programas educativos a los estilos de aprendizaje de las niñas y promueve
entornos que facilitan su formación. El modelo de Escuelas adaptadas a la niñez es en la
actualidad el medio más importante empleado por UNICEF para concienciar acerca
de la calidad en la educación y promoverla.
Existen al menos
cinco elementos clave que afectan a la calidad de la educación: lo que el
estudiante trae consigo, el entorno, los contenidos, los procesos y los
resultados. Estos elementos constituyen una base que permite supervisar la
calidad.
1. Lo que el
estudiante trae consigo. ¿Qué experiencias aporta el estudiante a la escuela y
qué dificultades concretas enfrenta? ¿Se ha visto afectado por situaciones de
emergencia, por el maltrato, el trabajo infantil o el SIDA? ¿En su primera
infancia, su educación preescolar y las experiencias vividas en su familia y su
comunidad fueron positivas? ¿El lenguaje empleado en su hogar es muy distinto
del que se usa en su escuela? ¿Ha contado con la preparación suficiente que la
permita mantener el ritmo de la escuela?
2. Entorno. ¿El
entorno de aprendizaje es saludable, seguro, protector, estimulante y tiene en
cuenta las necesidades de los géneros?
3. Contenidos
educativos. ¿Son pertinentes los materiales didácticos y los programas de
estudios? ¿Imparten destrezas básicas, especialmente en lo que se refiere a la
alfabetización y la aritmética elemental? ¿Promueven técnicas para la
vida y aprendizaje sobre cuestiones tales como el género, la salud, la
nutrición, la prevención del SIDA, la paz, u otras prioridades de ámbito
nacional y local? ¿En qué medida el contenido de los programas de estudio y los
materiales didácticos incluyen o excluyen a las niñas?
4. Procesos. ¿Los
métodos que los profesores emplean se centran en los niños y las niñas? ¿Sus
valoraciones facilitan el aprendizaje y reducen las disparidades? ¿Se gestionan
debidamente las aulas y las escuelas? ¿Los métodos de enseñanza, aprendizaje y
apoyo – provengan de los supervisores, el personal docente, los programas o las
comunidades– mejoran o disminuyen la capacidad de las niñas?
5. Resultados. ¿Qué resultados esperamos para las niñas en materia de educación básica? ¿Cómo se puede documentar el grado de progreso del aprendizaje de las niñas y valorar la influencia del programa de estudios en su crecimiento futuro? Los resultados educativos deberían estar vinculados a los objetivos nacionales relativos a la educación y promover una participación positiva en la sociedad.
5. Resultados. ¿Qué resultados esperamos para las niñas en materia de educación básica? ¿Cómo se puede documentar el grado de progreso del aprendizaje de las niñas y valorar la influencia del programa de estudios en su crecimiento futuro? Los resultados educativos deberían estar vinculados a los objetivos nacionales relativos a la educación y promover una participación positiva en la sociedad.
La educación de
calidad es clave para la igualdad entre los géneros, la seguridad humana, el
desarrollo de las comunidades y el progreso de las naciones. Es un reto enorme,
pero también una oportunidad. Como el motor de un coche o las alas de un avión,
representa la diferencia entre permanecer inmóviles y avanzar hacia el futuro.
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