miércoles, octubre 21, 2009

La escuela ha perdido su capacidad de agente educador

En Argentina, y supongo que en muchos otros lugares, mucho se habla de “Calidad Educativa”, sin cuestionarse mucho sobre lo que significa. “Calidad Educativa tiene muchos significados, y es fundamentalmente un concepto político, ya que afecta directamente los intereses de las personas y de los grupo.


Si bien esta temática está en el canderero, es poco frecuente que sea abordada por los medios de comunicación con la seriedad que se merece, como excepción a la regla, encontré un artículo en el diario La mañana, de Neuquén, Argentina, que hace un interesante aporte y lo reproduzco a continuación.

La escuela ha perdido su capacidad de agente educador”
Lo afirmó el historiador en Educación, Pablo Pineau, quien analiza los desafíos que enfrenta el sistema educativo en nuestro país.
“El sistema educativo tuvo una actuación narcisista que creía que el futuro de sus alumnos se jugaba en cada clase”, subrayó el especialista.

Neuquén > “Para abordar la escuela pública actual es necesario revisar el trabajo docente, no sólo en términos de empleo sino de la tarea que implica ser docente y esto implica también volver a pensar las funciones de la escuela”, sostuvo Pablo Pineau, especialista e historiador en Educación durante una entrevista con La Mañana de Neuquén. Actual presidente de la Sociedad Argentina de Historia de la Educación y profesor de la Universidad de Buenos Aires y en instituciones de formación y capacitación docente, Pineau estuvo el miércoles en esta ciudad donde brindó la conferencia “Debates en Educación en la segunda mitad del siglo XX”, organizada por la Unidad de Programas de Extensión de la Legislatura provincial, el Centro Único de Capacitación Educativa y Tecnológica (CUCEyT) y el Concejo Provincial de Educación (CPE).

¿Cuáles son los desafíos actuales de la educación?
Durante la conferencia plantee algunas líneas de análisis que tienen relación con resultados de investigación y trabajos de reflexión. La crisis del modelo fundacional de la escuela pública se acentuó en los años ‘90. Dentro del escenario político pedagógico aparecen como tres grandes respuestas, tres líneas de análisis. Por un lado, la defensa del canon fundacional actualizado que incluye volver al bachillerato enciclopedista y humanista con una currícula moderna y la universidad que rige desde la Reforma del 18. Otra línea que es la modernización excluyente que introdujo como parámetro la demanda del mercado y finalizó con la reforma neoliberal de los ‘90, donde prevaleció la política de exclusión social, un sistema educativo menos democrático, donde estarían presentes fuertemente las ideas autoritarias o, mejor dicho, discriminatorias. Y por último, lo que llamaríamos la modernización incluyente que propone reformar los elementos de inclusión social y fundar un nuevo modelo, cuya base es volver a tomar formas olvidadas como la educación rural, artística, inicial y de adultos y por otra parte considerar al docente trabajador y llevar prácticas concretas del aula. Lamentablemente la película no tuvo un final feliz porque triunfó el proyecto más excluyente.

¿Cómo seguir adelante ante este escenario?
Una reforma educativa profunda avanzando con un modelo de una sociedad más justa fue desapareciendo durante la dictadura. Actualmente creo que estamos saliendo, soy optimista de algunas políticas educativas, creo que existe una revisión pero todavía falta mucho.

¿Considera que los docentes perdieron en parte la idea de crear?
Más que de crear diría de la imaginación. Pero no podemos responsabilizar a los docentes. Los docentes perdieron esto como efecto de políticas educativas y no por decisión propia. La excelente pedagoga Silvia Serra plantea que además de la pregunta «¿qué podemos?», que siempre nos hacemos, los docentes deberíamos preguntarnos «¿qué queremos?, «¿qué es lo que uno puede hacer?». Uno de los grandes embates que hemos tenido es como los docentes dejamos de creer, no por una decisión propia sino por imposición. Y que la vida de los alumnos está jugada hagamos lo que hagamos. Tradicionalmente el sistema educativo tuvo una actuación narcisista, omnipotente, traducida en que todo docente creía que el futuro de sus alumnos se jugaba en cada clase. Esto sería complicado y peligroso de sostener. Uno observa que pasa lo contrario, los docentes afirman que hagan lo que hagan el futuro de sus alumnos está frenado. Me parece que sería importante poder recuperar algo de la capacidad de creer que como docente uno puede dejar y puede hacer en la vida de sus alumnos para que sea más justa y mejor.


¿La cuestión pasa por recuperar el optimismo?
El optimismo es fundamental. En los cursos de formación docente siempre les digo a mis futuros colegas: el día que nuestro trabajo no tenga más sentido que se dediquen a otra cosa. Si el docente pierde el optimismo nada tiene sentido. ¿Cómo incidió en la escuela el recurso y la utilización de las nuevas tecnologías?Creo que la pregunta que tendríamos que hacernos es ¿qué es lo que hay que enseñar hoy en las escuelas? Uno observa que la escuela ha perdido su capacidad de agente educador. Hoy la escuela compite, convive, fricciona, pelea, se relaciona y se subordina con otras formas educativas tanto más potentes como los medios de comunicación y las formas digitales. Esto es un elemento interesante para ver el mapa educativo de hace cincuenta años. La hegemonía escolar sigue estando.Respecto a las nuevas tecnologías, creo que uno de los grandes desafíos que la escuela tiene hoy es ser capaz de presentar una propuesta. Lo peor que puede hacer la escuela es subordinarse a las nuevas tecnologías pero sí establecer un diálogo.


¿Qué es lo que la escuela puede dar que no pueden dar otros medios?
La cuestión pasa por pensar qué es lo que los chicos pueden aprender en la escuela y que no pueden aprender en otros lados. La escuela tiene que poder dialogar con estas otras formas educativas y no subordinarse a ellas. Y esto está vinculado con cierto capital cultural, con el encuentro en los distintos, con la idea de tener los tiempos y pensar los proyectos. Son cosas que la escuela puede hacer y me animaría a decir que son las que solamente puede hacer la escuela. La escuela tiene que revisar estas cuestiones, qué es lo que sí puede hacer, qué es lo que puede plantear a los alumnos que no se pueden plantear en otros lados. No es ni mejor ni peor que otro, pero es lo que puede hacer y es legítimo y el único lugar para obtenerlo es la escuela. Y tener eso implica un horizonte mayor de derechos.


¿Qué reflexión le merece la actual formación docente?
La formación debe ser permanente porque el nivel de cambios y actualización de contenidos es total. El gran problema es la modalidad de la formación y capacitación que proponemos. Las capacitaciones son formas donde se recupera el saber docente. Tenemos que saber que la única forma no es que alguien viene y le enseña al docente sino que el docente pueda poner en juego sus saberes. Es fundamental que elaboremos formas de capacitación en donde los docentes entren en juego.


Repensar la educación
Consultado acerca de cómo repensar la educación, Pineau señaló que la escuela pública en nuestro país surgió a fines del siglo XIX como resultado de las ideas de la llamada Generación del ‘80 y que alcanzó su máximo crecimiento en las décadas del ‘50 y ‘60, «acompañando la máxima expansión del Estado benefactor”. “Luego comenzó un proceso de crisis en que comenzaron a observarse distintas posiciones, algunas más conservadoras, otras más progresistas y otras vinculadas a la recuperación de un canon perdido”. “Lo importante es ver cómo líneas coyunturales se suman a líneas anteriores. Siempre hay una hipótesis de que cuando uno llega funda todo y no se da cuenta de que llega a lugares donde ya hay lógicas armadas y lo que tiene que hacer uno es dialogar con ellas”.

Relatos e identidades
Entre los numerosos trabajos sobre historia, política y teoría de la educación Argentina y latinoamericana escritos por Pablo Pineau, se destaca su libro “Relatos de escuela”, una compilación de sesenta textos breves, algunos autobiográficos, otros ficcionales, sobre la experiencia escolar en nuestro país. El libro destaca la eficacia de la escuela en la conformación de las identidades y destinos de sus autores, entre los que figuran Miguel Cané, Roberto Arlt, Rodolfo Walsh, Osvaldo Soriano, Alejandro Dolina, María Elena Walsh, Charly García, entre otros.“La cultura de la Argentina, en el sentido amplio, se jugó muy fuertemente en el sistema educativo, contra la escuela, a pesar de la escuela, dentro de la escuela, pero casi nada sin ella. Este libro da cuenta de esto: cómo las mujeres lentamente van tomando la palabra y empiezan a plantear sus problemas; los pobres, los malos alumnos, las canciones de rock”.Junto con Inés Dussel y Marcelo Caruso escribió “La escuela como máquina de educar”, en el que examina el período de institucionalización de la escuela “pues se trata hoy de comprender mejor qué se derrumba para distinguir, entre los escombros, aquello que se desea conservar”.



Por PABLO MONTANARO
Fuente
http://www.lmneuquen.com.ar/
La Mañana Neuquen Argentina

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