Educar en igualdad desde el aula, el primer paso para romper el techo de cristal.
La igualdad de género es uno de los pilares sobre
los que se basan los valores de nuestra sociedad. En los últimos años, son
numerosos los avances que se han realizado para reducir la brecha de género.
Sin embargo, los datos muestran que aún queda un largo camino por recorrer en
términos de equidad, empezando por la brecha salarial, que hace que las mujeres en España continúen ganando un 17% menos que sus compañeros
masculinos.
Para la mayoría de los padres, un objetivo
importante en materia de educación es proporcionar a sus hijos los medios
necesarios para que puedan estudiar aquello que les apasiona, dotándoles de la
oportunidad de alcanzar sus metas profesionales. Sin embargo, y pese a que en
el acceso a la educación sí se ha logrado la igualdad, las mujeres siguen
encontrando más obstáculos en su camino al éxito profesional.
Un techo de
cristal
A lo largo de su vida académica, los estudiantes
van adoptando decisiones que enfocarán su futuro profesional. Es en los
últimos cursos de educación secundaria cuando estas decisiones adquieren mayor
relevancia, y en los que los alumnos comienzan a definir su perfil
académico y profesional en función de sus habilidades, personalidad y
aspiraciones.
Tradicionalmente han existido ramas del
conocimiento que se han asociado a los hombres, como la ciencia, tecnología,
ingeniería o matemáticas. Aunque actualmente esa línea se ha ido difuminando y
cada vez son más las mujeres que se decantan por estos sectores, la realidad es
que sólo el 12% de los graduados en carreras STEM (Science, Technology, Engineering
and Mathematics) son mujeres, frente al 88% de hombres 2.
En cambio, son otros muchos los sectores en los que
las mujeres continúan siendo predominantes, como sucede con la enfermería.
Según datos del INE en 2019, el 84,2 % de las enfermeras en España son
mujeres, frente a un 15,8% de hombres en la profesión. Algo similar sucede
en el ámbito educativo, donde dos de cada tres profesionales (66,5%) son mujeres.
Una tendencia que se ha mantenido durante décadas y sólo desde la incorporación
de la mujer al mercado laboral ha ido paulatinamente modificándose.
Sin embargo, lo más llamativo no es la aparente
«disparidad» en determinadas disciplinas, sino el evidente «techo de cristal»
que impide que las mujeres lleguen en igualdad de condiciones con sus
compañeros a puestos de responsabilidad y gestión. Solo uno de cada cuatro
miembros de un consejo de administración en las empresas españolas son mujeres
(27%) 3, y si hablamos de la administración pública la diferencia es aún más
evidente. De los veintisiete Estados que conforman la Unión Europea, sólo tres
(el 11,1%) 4 cuentan con una mujer al frente del Gobierno.
Por todo ello, es innegable que una educación en
valores como la igualdad o la equidad aún hoy continúa siendo relevante. Y
aunque cada vez hay más fechas señaladas en el calendario, como el Día Mundial
de las Escritoras el 19 de octubre, el Día Internacional de la Mujer y la Niña
en la Ciencia el 11 de febrero, o este 8 de marzo el Día Internacional de la
Mujer, estas han de ser una inspiración para
el día a díay no convertirse en hechos aislados.
«Es importante trabajar desde la infancia en la
eliminación de los estereotipos relacionados con el género y, por consiguiente,
prevenir situaciones de discriminación sexista en el futuro. Esta es una de las
claves de la coeducación. Debe estar presente en nuestra práctica docente y en
nuestras situaciones de aprendizaje y de convivencia, envolviendo todo el
sistema educativo, para así, poder transferirlo a la sociedad», explica Ana
Herrero, psicóloga y coordinadora del departamento de Orientación del
grupo Brains International Schools.
¿Cómo educar en igualdad?
El entorno educativo y el familiar son igual de
importantes en el objetivo de educar en materia de igualdad. Cada vez son más
los centros educativos que destacan la Educación en Valores como una parte
esencial de su currículo formativo. Sin embargo, las actividades centradas en
este propósito no siempre son suficientes y es necesario mantener el objetivo
tanto en las asignaturas como en los distintos ambientes educativos que abarcan
desde el recreo hasta las actividades extraescolares:
Igualdad de oportunidades: para
fomentar la adquisición de estos valores mediante la educación es
imprescindible mostrar a los niños y niñas la importancia de la diversidad como
riqueza: destacar que todos tenemos algo que nos distingue y nos hace
especiales sirve para introducir el concepto de igualdad de oportunidades.
Aunque seamos diferentes y únicos, todos tenemos los mismos derechos y
merecemos tratos igualitarios.
Inteligencia emocional y pensamiento crítico: aprendemos
de forma inconsciente en la infancia y la adolescencia cómo debemos ser y
comportarnos en función de nuestro sexo. Para educar en igualdad tenemos que
ayudarles a identificar y poner en cuestión los estereotipos culturales
asociados a lo masculino y lo femenino, que nos limitan en la expresión de la
afectividad, el comportamiento o el desarrollo académico o profesional. Para
ello será necesario ayudarles a comprender tanto sus propias emociones como las
de los demás, identificar conductas o actitudes sexistas o de discriminación y
aprender a gestionarlas.
Educación en Valores: La
educación en valores como la búsqueda de la justicia, la solidaridad, la
integridad o la tolerancia, es fundamental para generar actitudes y
comportamientos respetuosos tanto hacia los demás como hacia uno mismo,
eliminando las barreras que nos limitan, no solo por cuestión de género, sino
por cualquier otra circunstancia o condición personal.
Actividades temáticas en grupo: Es
importante reforzar los currículos de las actuales asignaturas y reconocer las
aportaciones a la sociedad realizadas por importantes mujeres a lo largo de la
Historia. Conocer el trabajo de Marie Curie o Lisa Meitner a través de cómics
de Mujeres Científicas o un escape rooms, o la relevancia de Inés Suárez y
otras mujeres españolas en la conquista y colonización de América en el ciclo
“No fueron solos”, son algunas de las actividades que se realizarán en Brains
International Schools durante el próximo 8 de marzo, que permiten romper
barreras.
Para conseguir este objetivo «es importante
enmarcar las actividades relacionadas con la igualdad de género dentro del
currículo de las distintas materias y en todas las etapas. Además, debemos
ayudarnos de actividades complementarias y de profesionales expertos en temas
de igualdad a través de talleres y charlas adaptadas a las edades de nuestro
alumnado. Por ejemplo, en el programa Brains in Balance promovemos actividades
de reflexión y sensibilización sobre el papel de la mujer en diferentes
carreras profesionales, en distintas culturas, en la ciencia, en los mitos o la
historia, así como talleres para poder identificar actitudes sexistas o cómo
proponer soluciones a la desigualdad de género«, concluye Ana Herrero.
Educación en
valores
En el colegio Brains, la educación en valores «es
la base para formar a nuestros alumnos en competencias para la vida, para tener
una buena vida. Nuestros Programas de Inteligencia Emocional y de Educación en
Valores y nuestro Plan de Convivencia están enfocados en formar personas
responsables y comprometidas, tolerantes y solidarias, desarrollando las
competencias emocionales y sociales necesarias para alcanzar un alto nivel de
bienestar personal, sobre la base del respeto a uno mismo, al otro y al
entorno».
Por ABC
Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-8marzo-como-educar-igualdad-desde-colegio-202103081039_noticia.html
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