En la entrega anterior se propuso que CE = ae, lo que
significa que la calidad de la educación es igual al aprendizaje multiplicado
por la equidad. En el proyecto educativo del país los dos factores que
conforman la calidad de la educación están implicados; por ejemplo, entre los
valores que es necesario aprender (internalizar, hacerlo propio cada persona),
está la equidad, para fundamentar la cual debe recurrirse constitucionalmente a
la afirmación de la dignidad de la persona.
Ahora nos ocuparemos del aprendizaje. Son varias las teorías
que lo describen y explican; es una teoría de la Psicología que ha evolucionado
mucho mostrando con diversos enfoques y metodologías que ese fenómeno por el
cual el ser humano pasa de un estado cualitativo de ser y vivir, a otro más
completo o superior, es un fenómeno complejo. Lo que importa para la sociedad y
para la elaboración de las políticas públicas, así como su implementación y
evaluación, es que a la escuela se le encarga la tarea de promover el
aprendizaje, de ahí que requiera gran apoyo social y político.
El texto del artículo tercero antes de la reforma de esta administración
no usaba el término aprendizaje, pero es claro que la educación ahí
establecida como necesidad personal y social –el ser la educación un derecho
proviene de que es necesaria-, supone el proceso de aprender al ocuparse de
“desarrollar armónicamente todas las facultades del ser humano”. Aunque el
texto no es un pequeño tratado de teoría de la educación, no está fuera
de lugar pensar que la actividad de la escuela debe apoyarse en todos los
enfoques teóricos pertinentes que estudian el aprendizaje, es decir, todos
aquellos que ayuden a darle sentido a lo armónico y lo integral de la
experiencia de desarrollo del alumno. La todavía pendiente reforma de las
escuelas Normales tiene en esto un asunto constitutivo.
- Dewey
consideraba que el desarrollo es la meta de la educación y entendió la
escuela como un laboratorio social, lo que tiene como consecuencia que la
escuela no se separa de su entorno, no se encierra en las materias de
enseñanza, pues su razón de ser es contribuir a una acción que ella no
domina o abarca en plenitud, la formación humana, pues la comparte con
otras instituciones sociales. Esa idea de la escuela y el aula como
laboratorios está en el sustrato histórico y filosófico del artículo
tercero. Veamos algunos elementos.
- “Toda
persona tiene derecho a recibir educación…”, es decir, a
recibir un bien humano, social, público, que cada una de las personas en
la escuela merece por su dignidad. Lo que recibe significa u origina una
actividad que impulsa el desarrollo; tiene como fin la democracia, que es
un sistema de vida “fundado en el constante mejoramiento económico, social
y cultural del pueblo”, y eso significa actividad para indagar, para
conocer, para relacionarse, para valorar, para tomar decisiones, para
participar y exigir lo que es debido. En ninguna manera la experiencia en
la escuela se trata de estar ahí en una posición pasiva.
- Otro
criterio del artículo tercero es que la educación se base “en los
resultados del progreso científico” que luche “contra la ignorancia y sus
efectos…”. La ciencia es una actividad, antes que otra cosa –es también un
saber disponible, una actitud de los sujetos ante la realidad-, y supone
que el alumno y la alumna tienen preguntas, tienen capacidad de buscar
respuestas, de buscar soluciones a problemas de diversa naturaleza que la
vida misma les plantea. La escuela no inventa problemas para hacer su
trabajo, mal haría; lo que debe hacer es recoger la vida que viene con sus
alumnos y ayudarles a ellos a comprenderla, a ser creativos, autónomos. Es
significativo que el texto del artículo establezca luego del criterio
científico “la lucha contra la ignorancia y sus efectos”, ya que no hay
principio más activo que eso.
- No
se trata aquí de integrar todo el texto del artículo tercero –hay que
leerlo todo de nuevo-, sino de mostrar cómo contiene una orientación al
aprendizaje. Es imposible resistir y no transcribir esta parte: la
educación “atenderá a la comprensión de nuestros problemas, al
aprovechamiento de nuestros recursos, a la defensa de nuestra
independencia política, al aseguramiento de nuestra independencia
económica y a la continuidad y acrecentamiento de nuestra cultura”.
¡Cuánta actividad de aprendizaje, por decirlo en sentido cuantitativo, y
qué cualidades de ese aprendizaje están comprendidas en el pronombre nuestros!
De ese tamaño y con esta trascendencia es la experiencia de aprendizaje
que debe promoverse en cada aula, en cada espacio escolar. De ahí otra
urgencia: que los gobernantes y los partidos acerquen la sociedad a
sus actividades para que estén en plena aptitud de servirla.
Los aspectos destacados arriba muestran bien que el artículo tercero
establece un aprendizaje complejo por sus contenidos y por los procedimientos
necesarios y que no es posible lograrlo si la escuela no está preparada para
ser lugar de actividad basada y orienta al conocimiento y lugar de
convivencia socializadora en los valores de la democracia. No se puede
tener a la sociedad como referente final de lo que acontece en la escuela si
esta no es plenamente social en su vida y su pedagogía.
De lo anterior resulta la importancia del currículo como el instrumento
del que se sirve la escuela para promover el aprendizaje. Su pertinencia para
los alumnos será fundamental y es lo que da valor a las actividades de medición
y de evaluación. El Sistema Nacional de Evaluación requiere la capacidad de
medir todos los aprendizajes promovidos por el currículo, pues de esa manera su
conclusión sobre la calidad de la educación tendrá mayor significado o, mejor,
tendrá el significado que la sociedad reclama.
En conclusión, volvamos al texto del artículo tercero y a su complemento
teórico y pedagógico, el artículo 7° de la Ley General de Educación y
comprendamos sus consecuencias. A esta luz, es de esperarse que el Modelo
Educativo reciba todo el sustento gubernamental y social necesario para su
implementación. Dado que ha partido de la filosofía del artículo tercero, de
su humanismo, como afirma el documento, será fundamental no
perder de vista que se trata del desarrollo de toda persona.
Por: Bonifacio Barba
Fuente: http://www.educacionfutura.org/la-calidad-de-la-educacion-los-terminos-de-su-ecuacion-ii/