lunes, septiembre 27, 2010

La educación científica, ¿un derecho social?

La disponibilidad cada vez mayor de información sobre todo lo que nos rodea generó una tendencia en el mundo que ya plantea que la educación científica es un nuevo derecho social.

"La alfabetización del siglo XXI incluye ciencia y tecnología, y no estamos hablando de la educación para seguir carreras científicas, sino de la alfabetización básica de todo ciudadano para entender ciencia y tecnología. Esa es la entrada al futuro", explicó a LA NACION la doctora Nora Sabelli, asesora científica senior del Centro de Tecnologías para el Aprendizaje del SRI International, el ex Instituto de Investigación de Stanford, en los Estados Unidos.


De paso por el país para dar la conferencia de clausura de las 39as. Jornadas Argentinas de Informática, la doctora en química por la UBA puso como ejemplo: "La biología que tengo que conocer es la que necesito para hacerle preguntas a mi médico, por ejemplo. La física que necesito saber es la que me sirve para hablar con el mecánico de mi auto. Hoy enseñamos ciencia para ser científicos. Hay que empezar a mirarla de otra manera, y eso es lo que nos da la tecnología".


Para lograrlo, no basta con entregarles computadoras a los alumnos. Es necesaria también una preparación docente, que no esté separada de la universidad, y orientada a ayudar al alumno a analizar un problema y hallar la solución. Todo junto con un plan piloto previo a la implementación del programa educativo final.


"No estamos preparando a los chicos para mañana, sino para dentro de cinco o diez años", recordó la doctora Sabelli, que regresará al país para recibir el Premio Raíces junto con otros diez científicos argentinos que trabajan en el exterior y fueron seleccionados entre más de 300 de la Diáspora.


 


Para Nora Sabelli, es "la entrada al futuro"


Viernes 17 de setiembre de 2010 Publicado en edición impresa 


Fuente


http://www.lanacion.com.ar/

viernes, septiembre 17, 2010

La educación a lo largo de la vida


Mucho hemos oído hablar sobre los Pilares de la Educación según el Informe de la UNESCO sobre la Educación del siglo XXI dirigida por Jacques Delors, por lo que, debido a su extensión, publico uno de sus capítulos.

El informe de la UNESCO, elaborado en 1996, sobre la educación para el siglo XXI, dio un gran paso hacia adelante al dejar explicitado que la educación no sólo debe promover las competencias básicas tradicionales, sino que ha de proporcionar los elementos necesarios para ejercer plenamente la ciudadanía, contribuir a una cultura de paz y a la transformación de la sociedad. Este trabajo sirvió de fundamento a las reformas curriculares de algunos países de la región.

La_educacion a Lo Largo de Toda La Vida


La educación ocupa un lugar cada vez mayor en la vida de los individuos a medida que aumenta su función en la dinámica de las sociedades modernas. Este fenómeno tiene diversas causas. La división tradicional de la existencia en periodos claramente separados en la infancia y la juventud, dedicadas a la educación escolar; la edad adulta, consagrada a la actividad profesional, y el periodo de la jubilación- ha dejado de corresponder a las realidades de la vida contemporánea y se ajusta aún menos a los imperativos del futuro. Nadie puede hoy esperar que el acervo inicial de conocimientos constituido en la juventud le baste para toda la vida, pues la rápida evolución del mundo exige una actualización permanente del saber, en un momento en que la educación básica de los jóvenes tiende a prolongarse. Por otra parte, el acortamiento del periodo de actividad profesional, la disminución del volumen total de horas de trabajo remuneradas y la prolongación de la vida después de la jubilación aumentan el tiempo disponible para otras actividades. Paralelamente, la propia educación está en plena mutación; en todos los ámbitos se observa una multiplicación de las posibilidades de aprendizaje que ofrece la sociedad fuera del ámbito escolar, y la noción de especialización en el sentido tradicional está siendo reemplazada en muchos sectores modernos de actividad por las de competencia evolutiva y adaptabilidad.
Así pues, es indispensable reflexionar nuevamente acerca de la distinción tradicional entre educación básica y educación permanente. Para adaptarse realmente a las necesidades de las sociedades modernas, la educación permanente no puede ya definirse por referencia a un periodo particular de la vida por ejemplo, la educación de adultos, por contraposición a la educación de los jóvenes- o una finalidad demasiado circunscrita, cuando se distingue, por ejemplo, la formación profesional de la formación general. En lo sucesivo, el periodo de aprendizaje cubre toda la vida, y cada tipo de conocimiento invade el ámbito de los demás y los enriquece. En vísperas del siglo XXI, la educación, debido a la misión que se le ha asignado y a las múltiples formas que puede adoptar, abarca, desde la infancia hasta el final de la vida, todos los medios que permiten a una persona adquirir un conocimiento dinámico del mundo, de los demás y de sí misma, combinando con flexibilidad los cuatro aprendizajes fundamentales descritos en el capítulo anterior. En el presente informe, la Comisión ha optado por designar este proceso continuo de educación, que abarca toda la existencia y se ajusta a las dimensiones de la sociedad, con el nombre de «educación a lo largo de la vida». A juicio de la Comisión, esta noción representa la clave para entrar en el siglo XXI, y el requisito fundamental para un dominio cada vez mayor de los ritmos y tiempos del ser humano, que supera con mucho la necesidad de adaptarse a los imperativos del mundo del trabajo. Un. imperativo democrático La educación a lo largo de la vida no es un ideal lejano, sino una realidad que tiende cada vez más a materializarse en el ámbito complejo de la educación, caracterizado por un conjunto de mutaciones que hacen esta opción cada vez más necesaria. Para organizar este proceso hay que dejar de considerar que las diversas formas de enseñanza y aprendizaje son independientes y, en cierta manera, imbricadas, si no concurrentes y, en cambio, tratar de realzar el carácter complementario de los ámbitos y los periodos de la educación moderna. En primer lugar, como ya se ha indicado, el adelanto científico y tecnológico y la transformación del proceso de producción en aras de una mayor competitividad han determinado que los saberes y las técnicas de cada individuo, adquiridos durante la formación inicial, pierdan rápidamente vigencia y se acentúe la necesidad de desarrollar la capacitación profesional permanente. La formación permanente responde en gran medida a un imperativo de orden económico y permite a la empresa dotarse de personal con las mejores aptitudes, necesarias para mantener el empleo y reforzar su competitividad. Por otra parte, brinda a los individuos la oportunidad de actualizar sus conocimientos y vislumbrar posibilidades de ascenso. Ahora bien, la educación a lo largo de la vida, en el sentido que le da la Comisión, va aún más lejos. Debe dar a cada individuo la capacidad de dirigir su destino en un mundo en que la aceleración del cambio, acompañada del fenómeno de mundialización, tiende a modificar la relación de hombres y mujeres con el espacio y el tiempo. Las transformaciones radicales que afectan a la índole del empleo, si bien están aún restringidas a una parte del mundo, van indudablemente a generalizarse y reflejarse en una reorganización de las fases de la vida. Así, la educación a lo largo de la vida ha de brindar a cada cual los medios para alcanzar un mejor equilibrio entre el trabajo y el aprendizaje, y para el ejercicio de una ciudadanía activa. La educación básica, cuando logra sus propósitos, suscita el deseo de seguir aprendiendo. Este deseo puede materializarse prosiguiendo los estudios dentro del sistema oficial, pero quienes lo deseen deben poder también seguir estudiando ulteriormente. En los hechos, las encuestas realizadas en diferentes países sobre la participación de adultos en actividades educativas y culturales ulteriores indican que esa participación guarda relación con el nivel de escolaridad de los individuos. Se observa muy claramente un fenómeno acumulativo, según el cual, cuanto más formación se recibe, más deseos hay de seguir capacitándose, y esta tendencia es común a los países desarrollados y en desarrollo. Por ese motivo, el progreso de la escolarización de los jóvenes, el adelanto de la alfabetización y el nuevo impulso que se ha dado a la educación básica anuncian un aumento de la demanda de educación de adultos en las sociedades de mañana. Esta problemática está vinculada íntimamente con la de la igualdad de oportunidades. A medida que se generaliza el deseo de aprender, garantía de una mayor plenitud para todos, aparece el riesgo de que se acentúe también la desigualdad, pues la carencia o insuficiencia de la formación inicial pueden afectar gravemente la continuidad de los estudios a lo largo de la vida. Así lo prueban la disparidad entre los países desarrollados y los países en desarrollo, y la desigualdad ante la educación dentro de cada sociedad. El analfabetismo en los países en desarrollo y el analfabetismo funcional en los países desarrollados, así como los límites de la educación permanente, constituyen los principales obstáculos al establecimiento de verdaderas sociedades educativas. Si se toman en cuenta estas desigualdades y se procura corregirlas con medidas enérgicas, la educación a lo largo de la vida puede representar una nueva oportunidad para los que, por múltiples razones, no han podido seguir una escolaridad completa o han abandonado el sistema educativo en situación de fracaso. En efecto, no es absoluto ni automático que las desigualdades en materia de educación deban reproducirse, a condición de que se refuerce, por ejemplo, la escolarización de las poblaciones desfavorecidas o se desarrollen formas de capacitación extraescolar para los jóvenes que han abandonado prematuramente la escuela. Así, se han aplicado con éxito diversas estrategias para corregir determinadas desigualdades, entre ellas, programas de educación popular en Suecia, campañas o misiones de alfabetización de adultos en Nicaragua, Ecuador o la India, políticas de vacaciones educativas pagadas en Alemania, Francia o Dinamarca, o servicios públicos descentralizados de educación básica no formal en Tailandia o Viet Nam.(1) En general, el principio de igualdad de oportunidades es un criterio esencial para cuantos tratan de establecer progresivamente las diversas etapas de la educación a lo largo de la vida. En virtud de un imperativo democrático, sería justo que este prin1 Bélanger, P. cipio se plasmara formalmente en modalidades de educación fle«Des sociétés éducatives xibles, por las que en cierto modo la sociedad garantizaría desde en gestation» el principio la igualdad de posibilidades de escolarización y for (estudio realizado mación ulterior que se ofrecen a cada individuo durante su exispara la Comisión). tencia, con independencia de los desvíos o imponderables de su trayectoria educativa. Se pueden contemplar diversas fórmulas, y la Comisión tendrá la oportunidad de hacer una propuesta en este sentido en el Capítulo 8 de su informe, relativo a la cuestión de la financiación de la educación y la creación de un sistema de concesión de crédito de tiempo para la educación.
Una educación pluridimensional
La educación a lo largo de la vida representa para el ser humano una construcción continua de sus conocimientos y aptitudes y de su facultad de juicio y acción. Debe permitirle tomar conciencia de sí mismo y su entorno y desempeñar su función social en el mundo del trabajo y en la vida pública. El saber, el «saber hacer», el «saber ser» y el «saber convivir» en sociedad constituyen los cuatro aspectos, íntimamente enlazados, de una misma realidad. La educación a lo largo de la vida, experiencia cotidiana y caracterizada por momentos de un intenso esfuerzo de comprensión de datos y hechos complejos, es el resultado de una dialéctica con varios aspectos. Si bien entraña la repetición o imitación de gestos y prácticas, es también un procedimiento de apropiación singular y de creación personal. Combina el conocimiento formal y no formal, el desarrollo de aptitudes innatas y la adquisición de nuevas competencias. Conlleva esfuerzos, pero también la alegría del descubrimiento. Además de ser una experiencia singular de cada persona, es también la más compleja de las relaciones sociales, pues abarca a la vez los ámbitos cultural, laboral y cívico. Cabe preguntarse si, con todo, se trata de una experiencia humana fundamentalmente nueva. En las sociedades tradicionales, la estabilidad de la organización productiva, social y política garantizaba un entorno educativo y social relativamente invariable y puntuado por ritos de iniciación programados. los tiempos modernos han perturbado los espacios educativos tradicionales, es decir, la iglesia, la familia, la comunidad de vecinos. Además, la ilusión racionalista de que la escuela podría por sí sola satisfacer todas las necesidades educativas de la vida humana, ha quedado desvirtuada con las mutaciones de la vida social y los progresos de la ciencia y la tecnología y sus consecuencias sobre el trabajo y el entorno de los individuos. Los imperativos de adaptación y actualización de los conocimientos, que se manifestaron primero en el ámbito profesional de las sociedades industriales, se difundieron gradualmente en los demás países y sectores de actividad. La pertinencia de los sistemas de educación -escolares o extraescolares- establecidos a lo largo del tiempo, y su capacidad de adaptación, están en tela de juicio. Pese al desarrollo espectacular de la escolarización, estos sistemas parecen intrínsecamente poco flexibles y se encuentran a merced del más mínimo error de previsión, sobre todo en lo que respecta a prepararse para integrar los conocimientos técnicos necesarios en el futuro. Si hoy día se tiende a volver a la idea de una educación pluridimensional escalonada durante toda la vida, que coincide con las intuiciones fundamentales de los principales pensadores de la educación en el pasado y en diferentes culturas, es porque la aplicación de esta idea es cada vez más necesaria, pero, al mismo tiempo, más compleja. Puesto que el entorno natural y humano del individuo tiende a ser mundial, cabe preguntarse cómo convertirlo en un espacio de educación y de acción, cómo impartir una formación que combine lo universal y lo singular, a fin de que todos reciban los beneficios de la diversidad del patrimonio cultural mundial y las características específicas de su propia historia. (Tiempos nuevos, ámbitos nuevos) Se ha subrayado con frecuencia el aumento muy significativo de la demanda de educación de adultos, al punto de que a veces se la ha calificado de verdadera explosión. La educación de adultos adopta formas múltiples, como la formación básica en un marco educativo extraescolar, la inscripción con dedicación parcial en establecimientos universitarios, los cursos de idiomas, la capacitación profesional y la actualización de conocimientos, la formación en diferentes asociaciones o sindicatos, los sistemas de aprendizaje abiertos y la formación a distancia.

En algunos países, como Suecia o Japón, los índices de participación de sus habitantes en la educación de adultos giran ya en torno al 50%, y es posible estimar que el aumento de este tipo de actividades sigue en todo el mundo una tendencia sostenida y marcada, capaz de reorientar el conjunto de la educación en una perspectiva de educación permanente. En los países industrializados, a estos diferentes factores se suma una profunda mutación que afecta al lugar que ocupa el trabajo en la sociedad. Cabe preguntarse qué sucedería si en el futuro el trabajo dejara de ser la referencia principal respecto de la cual se definen la mayor parte de los individuos. Esta pregunta es pertinente si se observa la disminución del tiempo que se le dedica (los jóvenes llegan al mercado de trabajo más tarde, se adelanta la edad de la jubilación, se alarga la duración de las vacaciones anuales, se reduce la semana de trabajo y aumenta el trabajo en jornada parcial). Además, podría suceder que, al no alcanzarse el objetivo del pleno empleo, apareciese una multiplicidad de regímenes y contratos laborales: trabajo de dedicación parcial, trabajo de duración determinada o precario, trabajo de duración indeter minada, y aumento del empleo por cuenta propia En todo caso, el aumento del tiempo libre debe ir acom pañado por el del tiempo dedicado a la educación, ya sea la educación inicial o la formación de adultos. Al mismo tiempo, la responsabilidad de la sociedad en el ámbito de la educación se amplía, sobre todo porque ésta es ahora un proceso pluridimensional que no se limita a la adquisición de conocimientos ni depende exclusivamente de Suecia: un país en el que los adultos se siguen instruyendo

En Suecia la educación de adultos es una práctica generalizada y fundada en una larga tradición, que se imparte bajo numerosas formas y en condiciones sumamente diversas. Las actividades de educación escolar y extraescolar tienen gran aceptación, pues más del 50% de la población adulta sigue, en un año dado, una formación estructurada. La educación de adultos (de tipo escolar) impartida por los municipios apunta a subsanar las disparidades de nivel de instrucción dentro de la sociedad y permite que los participantes satisfagan un deseo personal de ampliar sus horizontes, preparándolos para estudios más profundos, la vida activa y ejercitar sus responsabilidades cívicas. Es gratuita y brinda a los adultos con un nivel de estudios insuficiente la posibilidad de completar su formación, más allá de los nueve años de enseñanza elemental obligatoria o de los años de enseñanza secundaria. Entre 1979 y 1991 uno de cada tres alumnos de la universidad o de una escuela superior había seguido esta vía. La enseñanza se imparte en forma de módulos in dependientes, y cada alumno decide por sí mismo el número y el contenido de los cursos que desea seguir y su ritmo. Por consiguiente, puede compaginar los estudios con el ejercicio de una actividad profesional. la educación popular (de tipo extraescolar) de adultos tiene por objeto promover los valores democráticos fundamentales en la sociedad sueca, al ofrecer a todos los ciudadanos la posibilidad de enriquecer su cultura general y sus competencias básícas, adquirir seguridad en sí mismos y aprender a comprender y respetar mejor la opinión de los de más. El criterio fundamental es que los alumnos participen activamente en la planificación y ejecución de las tareas, por lo que se considera esencial la aptitud para cooperar con los demás. El Estado subvenciona en gran parte las actividades educativas de este tipo, pero sus organizadores (movimientos políticos, sindícales, populares y autoridades locales) tienen plena libertad para fijar su contenido. La educación popular de adultos se imparte en establecimientos para adultos en régimen de internado (colegios populares), o en círculos de estudios, bajo la égida de asociaciones educativas filantrópicas. Se trata de pequeños grupos de personas que se reúnen para efectuar juntos estudios o actividades culturales organizadas durante un período determinado. No se exige ningún *título para inscribirse en un círculo de estudios, ni para dirigirlo, y más del 25 % de la población adulta del país asiste a alguno de ellos, los si stemas educativos.

Así como el tiempo consagrado a la educación se prolonga durante toda la vida, los espacios educativos y las ocasiones de aprendizaje tienden a multiplicarse. Nuestro entorno no educativo se diversifica y la educación rebasa los sistemas escolares y se enriquece con la contribución de otros factores sociales. Obviamente, es posible que las diferentes sociedades conciban de manera distinta la distribución de los papeles y las funciones entre esos diferentes actores, pero parecería que las dimensiones educativas de la sociedad están organizadas alrededor de unos mismos ejes principales en todo el mundo. La educación en el centro mismo de la sociedad La familia es el primer lugar en que se produce la educación y, como tal, establece el enlace entre los aspectos afectivo y cognoscitivo y asegura la transmisión de los valores y las normas. Su relación con el sistema educativo se percibe a veces como antagónica; en algunos países en desarrollo, los conocimientos que transmite la escuela pueden oponerse a los valores tradicionales de la familia; del mismo modo, las familias con medios modestos perciben muchas veces la institución escolar como un mundo extraño, cuyos códigos y usos Hacia una política no comprenden
En esta perspectiva, la educación de las jóvenes y las mujeres es requisito indispensable de una verdadera participación en la vida de la comunidad. El mundo laboral es también un importante espacio educativo. Por ser, en primer lugar, el ámbito en el que se adquiere un conjunto de conocimientos técnicos, en la mayor parte de las sociedades es necesario velar por que se reconozca mejor el valor formador del trabajo, en particular dentro del sistema educativo. Este reconocimiento entraña asimismo que se tome en cuenta en particular por parte de la universidad la experiencia adquirida en el ejercicio de una profesión. En este sentido, se podrían establecer sistemáticamente conexiones entre la universidad y la vida profesional para ayudar a los que desean ampliar sus conocimientos al mismo tiempo que completan su formación. Convendría multiplicar las asociaciones entre el sistema educativo y las empresas, para propiciar el necesario acercamiento entre la formación inicial y la formación permanente. Gracias a la formación en alternancia, los jóvenes pueden completar o rectificar su formación básica e insertarse más fácilmente en la vida activa, al conciliar el saber teórico con el práctico. Esta fórmula permite también que los adolescentes cobren más fácilmente conciencia de las limitaciones y oportunidades de la vida profesional, al darles los medios para conocerse y orientarse mejor. Además, propicia el acceso a la madurez y es un poderoso factor de inserción social.

La acción comunitaria para mejorar la calidad de vida en Jordania En sus actividades en favor de las poblaciones con bajos ingresos, la Fundación Noor al-Hussein (NHF), importante organización no gubernamental de Jordania, adoptó el principio de un desarrollo socioeconómico global con arreglo a un enfoque interdisciplinario centrado especialmente en las mujeres. El proyecto «Calidad de vida» contempla todas las necesidades de desarrollo de las comunidades, en particular en materia de salud, nutrición, medio ambiente y educación. En conjunto, este proyecto se materializa en programas de perfeccionamiento de los recursos humanos que aportan a las comunidades los conocimientos, la educación y las competencias que necesitan, en asociación con los padres y los dirigentes de la comunidad como de interlocutores de los mecanismos establecidos de enseñanza escolar y extraescolar. El proyecto «Calidad de vida» se ejecuta en las regiones rurales y aplica una estrategia específica dirigida ante todo a formar a los habitantes de las aldeas en múltiples ámbitos, se les enseña a asumir más responsabilidad en los mecanismos de consulta, búsqueda de consenso y adopción de decisiones comunes (responsabilidad que antes incumbía en gran parte a funcionarios), a utilizar tecnologías locales adecuadas, a definir los problemas, planificar medidas y determinar los tipos de apoyo necesarios, a ejecutar y evaluar sus propios proyectos de desarrollo, dando prioridad a aquellos en los que es mayor la participación de las mujeres, a llevar y verificar su propia contabilidad y, por último, a recopilar, analizar y evaluar de manera constante las informaciones útiles para la adopción de decisiones. Para alcanzar los objetivos del proyecto «Calidad de vida», se estimula y se capacita a las comunidades locales para que establezcan sus propios «consejos de desarrollo de aldea», a fin de que adquieran más autonomía, y se las alienta a que constituyan sus propios « fondos de desarrollo de aldeas» como forma de promover la autofinanciación. Gracias a la participación de la comunidad en esos organismos, los aldeanos se afirman como una comunidad instruida y productiva, que puede basarse en sus propios recursos humanos y sus propias actividades generadoras de ingresos y es capaz de hacer frente de manera autónoma a sus necesidades de desarrollo y a sus deberes sociales. De esta manera cobran mayor conciencia de su propio valor y se sienten gratificados por sus logros. Un elemento intrínseco de la estrategia aplicada consiste en cultivar ese sentimiento de pertenencia a una comunidad y de cohesión social, la estrategia tiene por eje la participación activa del conjunto de la comunidad en su propio desarrollo y en la formación permanente y la educación, escolar y extraescolar, de todos sus miembros. ln'am Al-Mufti

Sus objetivos no son necesariamente educativos, pero su capacidad de seducción es real y hay que tenerla en cuenta. Así pues, al sistema escolar y universitario les conviene utilizarlos para sus propios fines, elaborando programas educativos destinados a ser difundidos por radio o televisión en los establecimientos escolares: por ejemplo, el 90% de las escuelas del Japón ya utilizan la televisión como instrumento de enseñanza. El sistema escolar tiene una responsabilidad específica respecto de los medios de comunicación, y sobre todo la televisión, aunque sólo sea porque ésta ocupa un lugar cada vez más importante en la vida de los alumnos, a juzgar por el tiempo que le dedican: 1.200 horas al año en Europa Occidental y aproximadamente el doble en los Estados Unidos de América, mientras que los mismos niños pasan solamente 1.000 horas en la escuela. Por lo tanto, es importante que los profesores puedan enseñar a sus alumnos una «lectura crítica» que les permita utilizar por sí solos la televisión como instrumento de aprendizaje, seleccionando y jerarquizando las múltiples informaciones que transmite. No hay que olvidar jamás que la finalidad esencial de la educación es permitir que cada uno cultive sus aptitudes para formular juicios y, a partir de ello, adoptar una conducta. Por otra parte, como es sabido, los medios de comunicación son un vector eficaz de educación extraescolar y educación de adultos; por ejemplo, las

jueves, septiembre 09, 2010

La educación pública como política de Estado


La educación pública como política de Estado -

Presencia de la filosofía y la teoría educativa en los albores del Tercer Milenio



1. Presentación

2. Introducción: definiciones imprescindibles

3. Claroscuros de la política educativa actual

4. Alternativa propuesta: desarrollo ético y sostenible



capítulo 8


1. Presentación
En este capítulo damos a conocer un largo argumento de análisis educativo que parte de recordar algunas definiciones insoslayables (por ejemplo: educación, sistema educativo, Estado...), para posteriormente mostrar las luces y sombras de la política educativa en marcha en nuestro contexto socio-político tanto internacional como nacional, para sacar una primera gran conclusión analítica: Si queremos promover una adecuada educación para nuestra nación, fundada en correctos análisis educativos, debemos entender a la educación pública como política de Estado en dos niveles básicos de comprensión:
1. El propio de la política estructural (sea internacional, nacional, intergubernamental, sindical, partidista, o el nivel estructural que sea) y:
2. El de la vida cotidiana donde sé concrete la gestión política del nivel 1, en la cual pueden suceder fundamentalmente dos cosas:
a- Las personas con las cuales se han de ejecutar las indicaciones realizadas en la política estructural las comprenden, aceptan y ejecutan; o:
b- Las sugerencias mencionadas caen en un campo poco fértil, por diversas circunstancias examinadas más adelante. Estos niveles analíticos nos conducen a una certeza intelectual ampliamente consensuada y expresada en diversos documentos entre los que destaca por su importancia internacional el base de la Séptima Reunión de Ministros de Educación de América Latina y el Caribe, el cual —en síntesis para esta presentación—, asegura la coexistencia de un modelo 'centrado en el profesor', promotor de una " 'pedagogía bancaria' como la llama Paulo Freire", y otro inspirador del “potencial creativo de los habitantes de la región". Así que, como lo decimos, tomando una frase del Programa de Desarrollo Educativo 1995-20004 , "Educar es pretender la transformación del ser humano conforme a una concepción de futuro. De ahí la necesidad de avizorar algunas tendencias que plantean serios desafíos a la educación, pero que también abren oportunidades para resolver muchos de sus problemas", particularmente el considerado en este capítulo: la educación pública como política de Estado, el cual busca concretar el análisis educativo desarrollado a lo largo del libro, en una circunstancia particular y relevante para la acción educativa nacional. Política de Estado que habrá de considerar el "carácter nacionalista de la educación, que tendrá que ser reafirmado de manera compatible con las nuevas responsabilidades surgidas de un mundo cada vez más interdependiente", en claro proceso de 'mundialización'. Simultánea y acorde con el tema destacado, podemos asegurar, —siguiendo este mismo texto— que "La educación es un proceso continuo y de largo plazo que no puede circunscribirse a períodos gubernamentales. Nuestra responsabilidad no es sólo con las generaciones actuales; tenemos en el presente que construir las bases del futuro", recuperando precisamente el concepto examinado: la educación pública como política de Estado y no de gobierno, sexenal en consecuencia. De esta forma debemos promover "El fomento de la investigación educativa", ya que "además de impulsar la generación y el uso de la información estadística, se alentará la investigación educativa que se propone esclarecer la naturaleza de los fenómenos y contribuye a plantear la toma de decisiones estratégicas sobre bases mejor fundamentadas. Se estimularán las actividades que, dentro y fuera del ámbito gubernamental, organizadas de manera sistemática hagan avanzar el conocimiento teórico y práctico de la realidad educativa y aportan visiones críticas, opciones y perspectivas futuras para guiar las políticas gubernamentales. El nuevo conocimiento es elemento indispensable para estimular los cambios e identificar mejores cursos de acción. De ahí que el gobierno federal intensificará el diálogo constructivo con los investigadores de la educación, apoyará a los grupos y proyectos regionales y procurará contribuir al fortalecimiento de sus tareas". El análisis señalado parte de un acercamiento al tema propuesto desde la filosofía de la educación, conscientes de su existencia y realidad, a pesar de la existencia de prestigiosas voces de investigadores educativos connotados y loados —en últimas, funcionales al sistema— que afirman su inexistencia7 . El subtítulo de este capítulo —Presencia de la filosofía y la teoría educativa en los albores del Tercer Milenio— resalta la tesis precedente y la aplica en el análisis expuesto en esta ocasión. Prescindimos de entrar al debate contra los escépticos por la vía de la confrontación hermenéutica y lo aceptamos con un ejercicio práctico de análisis filosófico sobre el tema expuesto, el cual presentará algunas definiciones imprescindibles, pasará a proponer los lineamientos básicos del prototipo analítico utilizado para examinar nuestro tema, situación conceptual que nos conducirá a entender la existencia de —al menos dos modelos educativos enfrentados—, los cuales desde una perspectiva crítica tampoco ofrecen alternativas sociales viables, por lo cual en la última parte, esta comunicación postula otro acercamiento conceptual, promotor de un desarrollo social ético y sustentable. Veamos el desarrollo anunciado.

1. Introducción: definiciones imprescindibles
La primera definición a recordar es la de educación, y al respeto sólo debemos tener en cuenta los argumentos del primer capítulo, para aseverar que si la entendemos como apropiación adoptaremos una concepción realista, productiva, potenciadora de grandes desarrollos humanos y —a pesar de lo dicho más adelante contra los modelos educativos en pugna—, tendencialmente al servicio del modelo democratizador, productivista, innovador, organizador y de las competencias, entendidas éstas como "el conjunto de comportamientos socio afectivos y habilidades cognoscitivas, psicológicas, sensoriales y motoras, que permiten llevar a cabo adecuadamente un papel, una función, una actividad o una tarea". En resumen: sostenemos la tesis que para que exista cualquier aprendizaje, cualquier desarrollo cognitivo, psíquico, intelectual o moral, antes tiene que haberse dado las capacitaciones (apropiaciones) que hacen que el ser humano se convierta en tal y que conforman sus condiciones antropológicas primeras, sin las cuales es imposible el desenvolvimiento de cualesquiera otras habilidades y conocimientos. Como puede observarse hay una cierta vinculación entre el concepto de apropiación y el de competencia, sin embargo las diferencias se marcarán más adelante, cuando abordemos el tema de ética y educación y examinemos para qué nos capacitamos, cuales son las finalidades de la educación: si nos formamos para servirnos como seres humanos o nuestro propósito es estar a favor del capital, y del capital en su forma más perversa: el financiero. Habiendo precisado el concepto de educación utilizado en estos razonamientos, podemos pasar a considerar otros dos imprescindibles en el argumento, examinando el de educación pública y el de política de Estado. En nuestro contexto social, histórico y político sin la menor duda educación pública significa formación para la población de la Nación, independientemente de cómo entendamos el concepto de formación, en este momento equivalente a educación, analizado en los párrafos precedentes. El debate por tanto puede centrarse en otros puntos de tensión conceptual dejando de lado el señalado, que creo es importante y polémico. Si entendemos a la educación pública como lo señalamos pocos debatirían contra esta delimitación y muchos la igualarían, la analogarían con sistema educativo nacional; en cuanto éste se encarga de educar a la Nación, incluso con una historia importante y escrita con gestas de verdad impresionantes en la educación pública mundial; no obstante: ¿este símil es válido? Desde nuestro modo de concebir no. Si lo pensamos así estaremos avalando la idea de que educación es igual a enseñanza, a escolaridad, y promoviendo un modelo educativo magisterocentrista hoy profundamente cuestionado por diversos actores sociales de nuestra Nación y del mundo, e impulsado por personajes que insisten en mantener posiciones conceptuales, sensibles y prácticas anticuadas en un mundo globalizado y en pleno proceso de democratización, de gestión horizontal en todo tipo de centros de trabajo y comercialización, comunicativo y participativo como nos lo señalan múltiples documentos y contextos9 . Además estaremos valorando como positiva una concepción irreal y poco útil para los desafíos del próximo milenio. Desde una concepción realista de la educación debemos entender que la educación pública es, no solamente la formación brindada por el sistema educativo formal —que de paso sea dicho es también indebidamente presentado como el sistema educativo nacional—, sino de igual forma, la preparación brindada por la familia y, a través suyo, por la sociedad que la alberga; concreta en una comunidad específica (incluyente de barrios, colonias y/o asentamientos humanos determinados donde vive la familia en referencia), y rodeada de múltiples determinaciónes, de entre las cuales sólo queremos resaltar tres: 1. Los medios masivos de información. 2. La calle, como lugar de circulación y convivencia pública diaria y: 3. La estructura económica de la sociedad, presencia ineluctable e inaudible y determinante de todo nuestro entorno. Esta tesis puede referirse para su validación científica en muchos documentos oficiales10 , sin embargo creo más adecuado validarla, con un razonamiento antropofilosófico. Es completamente irreal pensar que el Sistema Educativo Nacional —entendido como el formal de nuestra educación pública— forma íntegramente a nuestra niñez y juventud, como es la ilusión del modelo educativo centrado en la enseñanza. La niñez que llega al sistema formal, arriba con la formación (o deformación) brindadas por la familia y la sociedad, y el personal educativo que la recibe —prioritariamente el docente— lo sabe perfectamente, pues es gracias a las apropiaciones con las cuales aparece que su trabajo será favorable o fuente de dificultades y desdichas. En consecuencia, y a reserva de desarrollar en otra oportunidad con mayor extensión estas tesis, hemos de promover la idea que el Sistema Educativo Nacional incluye definitiva y totalmente a la familia y a la sociedad —con las determinaciones especificadas—, para reconocer, entre otras cosas, el papel concreto jugado por la familia, los medios masivos de información y la economía, en la formación de nuestra infancia, de tal forma que podamos considerar en el tema concentrador de nuestra atención, a la educación pública como política de un Estado concebido realista y moralmente. Fórmula que nos conduce a examinar el tercer y último concepto analizado en esta introducción: el de Estado. Como evidentemente cualquier estudiante de derecho, de administración pública o un ciudadano indeterminado y bien informado sabe, al tocar este tema entramos al terreno de la filosofía del derecho, conceptuación con una larga tradición histórica, especialmente relevante en los tiempos modernos. Menciono esta especificación para tenerla presente y no para anunciar una disertación sobre el tema, reconstructora de esta historia, larga en sí, incluso limitada sólo a la modernidad. En su defecto consideremos al Estado a través de un acercamiento analítico (o sincrónico), que nos lo presenta como la estructura formal, jurídica, política y administrativa reguladora de la vida común de una población asentada en un territorio determinado y regida por una vida propia, que la define como una Nación, quizá pluriétnica y multicultural como es el caso del Estado y la Nación mexicanos, y que en todo caso busca el bien de su población. Tendremos así una estructura y una finalidad que definen al Estado, lo cual supone que tenemos que entenderlo no como una mero entramado jurídico-político inocuo, sino como una organización social de interés público, colectivo o común, que tiene que promover, defender y garantizar los derechos presentes y futuros de la mayoría. Es en este sentido que tenemos que entender la frase siguiente del Programa de Desarrollo Educativo 1995-2000: "La educación es un proceso continuo y de largo plazo que no puede circunscribirse a períodos gubernamentales. Nuestra responsabilidad no es sólo con las generaciones actuales; tenemos en el presente que construir las bases del futuro"12 . Realizadas estas definiciones, continuemos nuestro razonamiento con el apartado siguiente, denominado:

3. Claroscuros de la política educativa actual
Si retomamos el prototipo expuesto en la presentación acerca de los niveles básicos de análisis de la educación pública como política de Estado, podemos distinguir que la política estructural propone un modelo educativo progresista, productivista, comunicativo, participativo, promotor de las potencialidades de la población y con algunos otros perfiles luminosos, que nos hacen pensar en un paradigma que incluso puede ser calificado como transformador de estructuras, si se lo compara con el modelo recusado, el cual es calificado como centrado en el profesor y en todo caso mejorable, con diversas estrategias, entre las cuales destaca la llamada 'cultura de la evaluación continua'13 . Y si hacemos esta reflexión hemos de tener en cuenta frases como las siguientes de la Recomendación de la Séptima Reunión de Ministros de Educación de América Latina y el Caribe [MINEDLAC VII]:
"Los más altos responsables de la educación en la región sentenciaron que el cumplimiento de este requerimiento [el emitido en la recomendación] era la única vía para seguir avanzando en el largo camino hacia la verdadera democracia, el desarrollo y la paz". La búsqueda de esta meta "implica enfrentar desafíos que no pueden esperar y definir nuevas tareas para la siguiente etapa del desarrollo educativo"14 ."Los desafíos están focalizados principalmente en la educación básica, pero los análisis realizados sobre la educación secundaria y superior indican que también se necesitan mejoras en estos campos... La educación permanente para todos, incluyendo el mejoramiento profesional docente, es la tarea fundamental si los países de la región desean que sus pueblos tengan acceso al conocimiento y la sabiduría para cambiar los modelos de producción con equidad social... El compromiso de los Ministros de Educación persigue lograr mejores niveles educativos y aprendizajes más pertinentes para alcanzar los cambios sociales que exige la fuerza laboral, los académicos, los padres de familia, la ciudadanía toda".

Textos así pueden ser encontrados reiteradamente en este importante documento internacional —claramente presente en nuestra actual política educativa tanto nacional como internacional, y también en el Programa de Desarrollo Educativo 1995-2000, donde encontramos la siguiente frase:
El Programa "pretende lograr equidad en el acceso a las oportunidades educativas y establecer condiciones que permitan su aprovechamiento pleno; trata de asegurar que la educación permanezca abierta también a las generaciones futuras, conforme a una visión de desarrollo sostenible; se dirige a alentar la participación y responsabilidad de los principales agentes que intervienen en los procesos educativos y a formar seres humanos que participen responsablemente en todos los ámbitos de la vida social; además se orienta a estimular la productividad y creatividad en el desempeño de todas las actividades humanas" (Edición citada, p. 9).

Con este señalamiento y otros muchos análogos17 , podemos entender que las tendencias explícitamente señaladas por el PDE, sean las siguientes: ♦ "La creciente urbanización que habrá de intensificarse en los próximos años, impone a la educación la necesidad de fomentar valores, actitudes y comportamientos que propicien una mejor convivencia en ciudades y aglomerados urbanos. Los procesos de politización, resultado del desarrollo social y de la mayor interdependencia e información, fortalecen tendencias participativas y democratizadoras. Como lo señaló Juárez, el destino de la humanidad es la democracia. La educación deberá fomentar valores y actitudes que devengan en conductas auténticamente democráticas y contribuyan al respeto y vigencia de los derechos humanos, en todos los ámbitos de la vida social, pasando por la familia y la escuela y tocando todos los espacios de convivencia. La mayor conciencia de la situación de la mujer y de sus potencialidades como factor esencial en la solución de muchos de los problemas ancestrales y en la modernización de las sociedades, ha identificado el tema de su educación como el de mayor importancia para superar su rezago, lograr su incorporación plena a las nuevas oportunidades de vida y, por su crucial posición familiar, para el cambio de comportamientos, percepciones, actitudes y hábitos. Por lo tanto, en todos los tipos, niveles y modalidades educativos tendrá que darse atención especial a la mujer, de modo que se estimule su participación, se ayude a superar las condiciones que explican su atraso y se amplíen las expectativas del papel que ella puede desempeñar en todos los campos de la actividad humana, al margen de prejuicios y discriminaciones. ♦ El deterioro ecológico mundial exige crear conciencia acerca de la gravedad del problema y la necesidad de adoptar conductas que favorezcan el equilibrio y el mejoramiento de la ecología. La educación deberá incluir, cada vez más, contenidos orientados a la creación de una nueva cultura ecológica que detenga la destrucción del medio ambiente y garantice la cooperación de la población en las acciones de mejoramiento ambiental" (Edición citada, p. 12).

Estos argumentos, incluso dejando de lado otros indicados en el PDE sin la debida formalización18 , indican los espacios de luces y sombras a los cuales nos referimos, concretos tanto en los niveles señalados como en estos otros dos, que darán la base para obtener el primer gran resumen crítico de esta comunicación, que sentará el punto de partida para la propuesta postulada en la conclusión. 1. El modelo estructural sugerido, de necesaria ejecución en la vida cotidiana, propone de un lado un discurso cognitivista, intelectualista, idealista, centrado en los aprendizajes, y de otro: 2. Impulsa a obtener competencias, entendidas no solamente como se lo señaló anteriormente, sino definidas de manera compleja.

3.1 Luces y sombras estructurales y cotidianas
Cuando tomamos textos como los transcritos, apreciamos sus valiosos significados y concluimos su relevancia histórica, percibiendo el valor de la estructura impulsada por los organismos internacionales y nacionales vinculados a la gestión pública de la educación. Y cuando nos enfrentamos a la realidad cotidiana del sistema educativo formal a través del trabajo directo con profesores en formación, con directores de escuelas, con políticos de la educación, con padres de familia —incluso con cierta escolaridad—, encontramos que la realidad cotidiana es muy otra: el común denominador es que ni unos ni otros se han apropiado de los valores, recomendaciones y significados de la política educativa estructural, con la consecuencia que en la práctica el cambio está lejos de darse y por el contrario las más de las veces nos encontramos con enormes resistencias que lo detienen e incluso desvirtúan. Esta afirmación, tomada de la experiencia directa como sujeto y objeto del sistema educativo, debería ser comprobada por una investigación educativa que con el instrumental metódico y operativo adecuado nos indicara qué tanto saben los profesores de banquillo, los directores de escuela, los padres de familia, y demás personal educativo, de los cambios propuestos, de su realidad y perentoriedad, para modificarle su carácter de supuesto investigativo, dándole la validación suficiente en la documentación del abismo existente entre el ser y el deber ser de nuestro sistema educativo, sin embargo por ahora debemos tomarla como está formulada, para pasar a examinar la otra línea analítica destacada, que nos habla de:

3.3 Claroscuros idealistas y materiales en la concepción educativa
Si bien la anterior tesis necesita la validación indicada a pesar de la certeza que muchos tenemos de su verdad, este otro punto puede ser ampliamente reseñado en los textos mismos con frases como estas:
"Optimizar y, cuando sea posible, incrementar el tiempo de horario lectivo efectivo para mejorar las oportunidades de aprendizaje. Para conseguir un aprendizaje de mayor calidad es preciso ampliar el ciclo lectivo, extender la jornada diaria, racionalizar las actividades administrativas de los docentes, modificar la organización de las actividades de enseñanza-aprendizaje de forma que se puedan atender las distintas necesidades de los alumnos y eliminar las actividades que no son pertinentes para el logro de los objetivos educativos escolares o extraescolares"

Y con estas otras, que en contrapunto resaltan el concepto de competencias:
Hay que "Aplicar criterios y procedimientos que permitan evaluar no sólo los resultados sino también los procesos que siguen los alumnos para desarrollar los diferentes tipos de competencias" (Recomendación, p.10, punto 25) Para lograr "todo ello [las intenciones expresadas], como se señala expresamente en la Recomendación", se reconoce que "el desarrollo social tiene que basarse en una concepción centrada en... el dominio pleno de los códigos de la modernidad —entendidos como lenguajes y competencias básicas para participar en la vida pública y productiva" (Recomendación, p. 3).

En el PDE encontramos igual situación, como puede apreciarse en diferentes lugares:
"La definición y utilización de estándares nacionales para medir y evaluar los resultados del aprendizaje es crucial para mantener la unidad de la educación en nuestro país" (Edición citada, p. 38). "Los resultados de las evaluaciones del aprendizaje, principalmente los que expresan los logros de grupos escolares y de planteles, estimularán a maestros y alumnos en sus esfuerzos para alcanzar mayor calidad"(Igual, p. 40).
Sobre las competencias aseguran:
"La educación tenderá a disminuir la cantidad de información, a cambio de reforzar valores y actitudes que permitan a los educandos su mejor desarrollo y desempeño, así como a concentrarse en los métodos y prácticas que les faciliten aprender por sí mismos"(Igual, p. 11). "En la educación básica han de adquirirse valores esenciales, conocimientos fundamentales y competencias intelectuales que permitan aprender permanentemente; en ella se despiertan la curiosidad y el gusto por el saber y se forman hábitos de trabajo individuales y de grupo. El valor de una buena educación básica habrá de reflejarse en la calidad de vida personal y comunitaria, en la capacidad de adquirir destrezas para la actividad productiva y en el aprovechamiento pleno de las oportunidades de estudio en los niveles medio superior y superior").

Con esta presentación resulta evidente el contrapunto indicado, seguramente más evidenciado con el análisis detallado de las referencias hechas y de otros contextos por recuperar, que nos permiten concluir que existen al menos dos modelos educativos enfrentados en el actual momento de fin de siglo, los cuales marcarán la educación pública como política de Estado para el próximo milenio. Y con esta certeza podemos preguntarnos: ¿y ahora? Seguramente usted tiene diversas sugerencias, que en el espíritu comunicativo de nuestra época podrán entrar en diálogo con la formulada a continuación:

4. La alternativa propuesta: desarrollo ético y sostenible
Comencemos estas conclusiones con otra cita del documento internacional utilizado:
"El desarrollo social tiene que basarse en una concepción centrada en un nuevo humanismo que ponga en práctica tres principios:
i- El ejercicio de la ciudadanía de todos los habitantes, sin exclusiones;
ii- El dominio pleno de los códigos de la modernidad — entendidos como lenguajes y competencias básicas para participar en la vida pública y productiva.
iii- La creación de una profunda actitud ética y moral de respeto por sí mismo y por el otro, aceptándolo como un ser legítimo" (punto 5 de los principios de la Recomendación, p. 6).

En el PDE encontramos frases análogas. En la primera línea de este documento afirman que el "Programa de Desarrollo Educativo 1995-2000 parte de la convicción de que hoy, como nunca antes, la verdadera riqueza de los países radica en las cualidades de las personas que los integran" y aseguran que "el Programa se enmarca en el concepto de desarrollo humano"(p.9).
Refiero esta cita e indico otros contextos análogos, para hacer palpable la similitud entre los documentos nacionales e internacionales considerados y ubicar el tema anunciado con el nombre de ética y educación, central para redondear estas conclusiones. Si entendemos que la ética es la vinculación de las personas en tanto personas, y que la moral es la formalización con la cual regulamos el comportamiento interpersonal, nos estaremos ubicando en una concepción realista que permite clarificar profundamente el ambiente ético y moral en el cual nos encontramos, afirmando que la ética es fundamental en la vida humana en cuanto define el carácter de nuestras relaciones, las cuales primariamente se tienen que basar en el respeto y la dignidad de la vida humana, la cual se convierte en el horizonte de referencia obligada para cualquier actividad frente a la naturaleza; interpersonal (o práctica), y económica, que será crucial para su producción, reproducción y desarrollo26 . Esta concepción se centra en la dignidad de las personas, la cual es preferida a otros tipos de significados, particularmente los valores del capital, los cuales en su lógica auto referente y sistémica subsumen cualquier forma de humanidad, autonomizándose e independizándose de los valores de la vida —incluida la vida natural—en cuanto afectan profundamente el equilibrio ecológico del planeta por razones cada vez más conocidas. Si pensamos el universo natural, práctico y económico convocado en estos razonamientos, tendremos que concluir que "el desarrollo social basado en una concepción centrada en un nuevo humanismo", ha de identificar valoraciones filosóficas como las aquí y ahora resaltadas, precisándolas para potenciar una comunicación entre todos los interesados que examine tanto la materialidad del vínculo interpersonal señalado (el carácter material, de los contenidos con los cuales producimos, reproducimos y desarrollamos la vida); los acuerdos a los cuales llegamos para realizar lo primero señalado, y las condiciones de viabilidad con las cuales buscamos nuestras metas, toda vez que hemos de realizar una acción factible, alejándonos de utopismos que sólo conducen a callejones sin salida. Es evidente que esta posición es diferente a la de aquellos que avalan los valores del capital, y por lo tanto es distinta, diferente a la de ellos, lo cual le da una concepción crítica que busca crear un mundo realmente humanizado donde la educación será un fin para la humanización y dejará de ser el medio en la cual la han convertido los servidores del capital, particularmente los vinculados con el dominante neoliberalismo, concepción económico-política que como bien sabemos nos coloca al borde de la muerte, ya no por una catástrofe nuclear como en los tiempos de la guerra fría (o de la confrontación Este/Oeste), sino por la anunciada recesión económica mundial producida por cualquiera de los efectos financieros de nombres alcohólicos: el tequila, el vodka y quizá el sake, si Japón sigue en la debacle económica de la cual nos informa la prensa de todos los días. De hecho podemos profundizar estas reflexiones, sin embargo es probable que en este momento hayamos producido en usted ideas e incitaciones para debatir o profundizar en algunos temas, por lo cual es importante respetar el espíritu comunicativo de esta época, promoviendo un posible diálogo, según los presupuestos de no-dominación, no-agresión y menos violencia, resaltados con interesantes textos que seguramente darán para muchas mayores reflexiones.
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