domingo, febrero 28, 2010

La expansión de la educación secundaria en América Latina ha sido resultado de un proceso de disputa de intereses socialmente contrapuestos

En asociación a la falsa idea de un consenso que articula las necesidades sociales en torno a la escolaridad, se ha generalizado la idea de que la expansión de los sistemas nacionales de educación ha sido, en las últimas décadas, producto de la confluencia de un conjunto de intereses que armonizaron milagrosamente entre sí. Por un lado, los gobiernos (sea cual fuera su signo u orientación ideológica) implementaron desinteresadas políticas públicas destinadas a atender una demanda creciente por educación, traducida en la incorporación progresiva en el sistema escolar de sectores tradicionalmente excluidos del mismo. Por otro, los mencionados sectores excluidos, avispados ahora sí sobre los méritos y beneficios que aporta el tránsito por la educación, comenzaron a demandar y exigir mayor acceso y permanencia en el sistema, convencidos de que el progreso podía estar a su alcance. Finalmente, un notable número de agencias internacionales, que hasta el momento fungían como bancos o entidades virreinales destinadas al fomento del desarrollo, descubrieron, al igual que los pobres, que la educación era un buen negocio y una inversión segura para lograr la felicidad de los pueblos, razón por la cual se abocaron a recomendar a los gobiernos que expandieran sus sistemas escolares. Este bucólico paisaje, de armónico clima democrático, tuvo como espectadores silenciosos a las élites y a las clases medias, que, sin interés alguno en el asunto, observaron indiferentes como las turbas populares invadían un espacio que, hasta entonces, era propiedad exclusiva de ellas.

Acepto que la ironía precedente puede parecer un poco conspirativa, aunque, desde mi punto de vista, es bastante menos excéntrica que la presunción de que la escuela secundaria se expandió en América Latina porque a los pobres comenzó a interesarles la posibilidad de progresar en la vida y los gobiernos a buscar los medios para satisfacer este justo deseo. Todo esto sería extraordinario si los Hermanos Grimm y no Marx, Weber y Durkheim hubieran fundado la sociología.

El dato es elocuente e innegable. Aunque dinámicas de exclusión y segregación continúen hoy plenamente vigentes en nuestros países, sectores tradicionalmente marginados del sistema escolar han logrado, en las últimas décadas, acceder a niveles que antes eran reservados a las élites o a las clases medias. La evidencia más clara de este fenómeno ha sido el crecimiento progresivo de las tasas de escolarización secundarias y, en menor medida, el incremento sostenido en el acceso al nivel superior del sistema. Es probable que, como se afirma en diversos estudios del SITEAL, esta expansión esté llegando a un techo. También, como ponen en evidencia los datos disponibles para el presente debate, que los niveles de abandono y exclusión de los jóvenes en este segmento del sistema sean aún demasiado altos. Sin embargo, el crecimiento ocurrió y sería bueno tratar de saber por qué, si es que no fue por un florecimiento espontáneo de buenas intenciones.

Propongo interpretar los hechos de una forma diferente.
En el sistema escolar se traba una dura batalla en torno a los bienes que la educación produce o ayuda a producir: conocimientos socialmente relevantes, poder y prestigio, status y reconocimiento, ascenso social y ventajas relativas en ámbitos de alta y creciente competencia como lo son, particularmente, el mercado de trabajo y el de los bienes simbólicos. Los pobres y sus organizaciones, los partidos populares, los sindicatos y los movimientos sociales han avanzado de forma significativa en su lucha por demandas sociales crecientes, que, en el Estado de derecho democrático, aunque haya sido bastante poco habitual en la historia reciente latinoamericana, tendieron a traducirse en un elenco amplio de oportunidades de participación e intervención en espacios de los cuales estaban antes excluidos. Las luchas y movilizaciones promovidas por estos sectores y sus organizaciones han permitido significativas conquistas democráticas en nuestro continente, como en el resto del mundo, siendo la expansión del sistema escolar una de ellas. Ciertamente, en este proceso de expansión, los pobres, principales beneficiarios del mismo, encontraron resistencias, tejieron alianzas, conquistaron espacios, compraron espejitos de colores y debieron amagar no pocas derrotas. El conflicto social, ya lo sabemos, no siempre se resuelve a favor de quienes más lo merecen.

Lo que trato de decir es que el proceso de expansión educativa, que vivió y aún vive América Latina como herencia inconclusa del siglo XX, tuvo como principal protagonista a los sectores populares que hicieron esfuerzos arduos y protagonizaron batallas muchas veces silenciosas para derrumbar las barreras que los alejaban de la escuela. Las razones del por qué los pobres confiaron (y, debemos estimar, aún confían) en las virtudes y beneficios de los procesos de escolarización son, sin lugar a dudas, complejas y no necesariamente heroicas. En efecto, quizás sus luchas hayan estado no pocas veces influenciadas por una prometeica confianza en los argumentos tecnocráticos que reducen la educación a la capacitación profesional. Esto, sin embargo, para nada niega que, engañados o no, iluminados por la sabiduría de la vida y del sufrimiento o, simplemente, hartos de tanto maltrato, los pobres fueron a ocupar su lugar en el sistema escolar. Un lugar que creían merecido, aunque quizás no hayan sido tan explícitos en su percepción acerca de que se lo habían expropiado de forma injusta y prepotente los sectores más poderosos de la sociedad. Como quiera que sea, los pobres fueron gestando su fuga hacia adelante: a empujones.

La respuesta del Estado estuvo a la altura de la tradición oligárquica y discriminatoria que ha definido la forma convencional de hacer política en nuestra región. Mis colegas de debate, en sus muy pertinentes aportes, señalan diversas dimensiones de esta respuesta: la fragmentación y segmentación del sistema escolar, particularmente de la oferta de nivel medio; el desprecio o la indiferencia hacia los sectores más postergados, por ejemplo, los sectores rurales; la desigualdad y la injusticia social que han interferido en las condiciones efectivas de hacer realidad demandas de justicia e igualdad acordes a cualquier democracia moderna; la relevancia de una parafernalia de leyes, tratados y acuerdos nacionales e internacionales destinados a proteger y promover los derechos humanos y, dentro de estos, de forma indivisible, la educación, en un marco de sorprendente ineficacia de la ley y de los recursos jurídicos que deberían hacerla cumplir. En suma, si algo parece no haber contribuido a la universalización de la escuela media, es la persistente vocación de los gobiernos latinoamericanos de pisotear las demandas populares y despreciarlas en beneficio de una geografía del poder muy poco dispuesta a modificar privilegios y a ampliar derechos.

De manera general, en América Latina, los procesos de expansión de los sistemas nacionales de educación, en la segunda mitad del siglo XX, se realizaron en el marco de una frágil o inexistente institucionalidad democrática. Durante las últimas décadas, gobiernos profundamente conservadores y neoliberales, responsables por la aplicación de rigurosas políticas de ajuste y privatización, que elevaron el número de pobres y llevaron los índices de desigualdad a los niveles más altos del planeta, generaron misteriosamente un proceso de ampliación de las oportunidades de acceso y permanencia de los más pobres en el sistema escolar. Un hecho que podría explicarse de diversas maneras, según la perspectiva analítica que asumamos. Por un lado, puede sospecharse que se trató de un acto de responsabilidad cívica de gobiernos que, aunque manifestaban un profundo desprecio por los derechos humanos y por la justicia social, ansiaban la escolarización del pueblo. Por otro, podría entenderse que hubo una deliberada política de opresión y sumisión de los pobres al poder dominante, haciendo que éstos cayeran en la trampa de creer que la escuela iba a liberarlos, cuando, en rigor, era la coartada para consumar su definitiva dominación. Finalmente, podría pensarse que, como argumentábamos anteriormente, los pobres fueron, como siempre ocurre, abriéndose camino a los empujones, ganando y perdiendo espacios, sumando o restando fuerzas, con marchas y contramarchas que fueron delineando el camino sinuoso de su lucha por la justicia y la igualdad. La combinación de estas luchas y demandas, con un conjunto de políticas y reformas orientadas desde el poder político, sumadas a una enorme intervención de ciertos organismos financieros internacionales que han pautado el rumbo de las políticas gubernamentales en el marco de la peculiar institucionalidad del sistema escolar, sus actores y sus normas, sus prácticas y rituales, ha resultado en lo que hoy conocemos como expansión de la escuela secundaria en América Latina.

Todo, menos una comunidad organizada de intereses solidarios y orgánicamente articulados alrededor del mismo proyecto. De tal forma, la fragmentación y segmentación de los sistemas nacionales de educación en nuestro continente no expresa otra cosa que la fragmentación y segmentación de los intereses, demandas y formas de intervención que los diversos sujetos en pugna pusieron en movimiento para conquistar o defender sus espacios en este campo minado que es la escuela, un espacio que tanto resiste a cualquier interpretación bucólica y armónica.

El hecho de que hoy florezcan en nuestra región gobiernos democráticos que aspiran a revertir la herencia de inequidades e injusticias recibidas de las administraciones neoliberales, nos llena de esperanza. Sin embargo, también nos alerta hacia una de las dimensiones propuestas en este debate: ¿cómo definir estrategias de acción que permitan hacer efectiva la universalización del acceso a la escuela de todos los jóvenes latinoamericanos? Aunque buena parte de estos gobiernos recién se inician y los desafíos que enfrentan son enormes, su éxito dependerá, seguramente, de que puedan no sólo atacar los epifenómenos de los procesos de exclusión, o sus manifestaciones sintomáticas, sino también, y fundamentalmente, la estructura oligárquica y privatizadora del Estado en casi todos los países de la región. Un Estado capaz de deglutir las demandas por justicia e igualdad, introduciéndolas en un laberinto de prestaciones burocráticas degradadas, en un simulacro de oportunidades que hace de los derechos humanos una mueca, un gesto actoral vacío de efectividad democrática.



Autor
PABLO GENTILI:
TRES ARGUMENTOS ACERCA DE LA CRISIS DE LA EDUCACIÓN MEDIA EN AMÉRICA LATINA
http://www.siteal.iipe-oei.org
Texto completo en Scrbd
http://www.scribd.com/full/26840008?access_key=key-19k47k4924rjo3qqyzsy

viernes, febrero 19, 2010

La educación no es, ni nunca ha sido una, "meta social" en América Latina.

Estimo que la presente afirmación quizás no sea la mejor forma de iniciar mi contribución al debate, ya que éste parece ser uno de los presupuestos que ilumina buena parte de los diagnósticos y de las propuestas acerca de cómo y por qué superar la profunda crisis educativa que viven nuestros países. Sin embargo, creo que afirmar que, en nuestra región, hay un "consenso" acerca de las virtudes y de los beneficios que ofrece la educación y, como si esto fuera poco, que dicho "consenso" tiene los atributos de ser "generalizado" no es más que una bondadosa expresión de deseos que, ésta sí, parece estar en contradicción con la realidad social latinoamericana. Dicho en otros términos, lo que parece contraponerse a la realidad latinoamericana no es que haya un desajuste entre el noble deseo de que todos los jóvenes frecuenten las escuelas y la persistencia de factores que los alejan de ellas; sino, más bien, la idea de que, en nuestros países, todos compartimos esta justa aspiración democrática. De tal forma, no es raro observar que, con sofocante frecuencia, suele afirmarse que es una aspiración de "todos" democratizar la educación, garantizar mejores condiciones de escolaridad a los más pobres, ofrecer iguales oportunidades de desarrollo y bienestar al conjunto de la población y diseñar políticas efectivas para logar tales objetivos. Todo esto sería música para los oídos de los exégetas de la democracia, sino no fuera parcial o definitivamente falso cuando se lo contrapone con los hechos que narran la historia de la América Latina contemporánea.

En efecto, un análisis riguroso de los procesos de desarrollo y expansión de la educación latinoamericana, a lo largo de la historia y, particularmente, desde la segunda mitad del siglo XX, revela que, en este campo, como en muchos otros, no ha habido ningún tipo de proyecto nacional revolucionario, unificador o articulador de una alianza de clases o de un pacto social capaz de instalar la educación en el centro de las prioridades en materia de política pública. Al menos, no ha habido, de forma general y con la excepcionalidad de Cuba, ningún proyecto duradero y estable de este tipo. Apelar, por lo tanto, a argumentos que remiten, en nuestros países, a defender aquellos objetivos en los que todos "estamos de acuerdo", a los "consensos" y "afinidades" que nos unen como pueblos o naciones que miran al futuro de forma hermanada, no es otra cosa que un mito o, lo que es lo mismo, un acto de fe. Lo que la realidad latinoamericana desmiente es que todos tengamos las mismas aspiraciones y deseos acerca de la educación de nuestras futuras generaciones y que todos estemos en las mismas condiciones o con el mismo deseo de compartir los beneficios que la misma generará en materia de ampliación de oportunidades y derechos. Tampoco, claro está, que todos estemos del mismo modo de acuerdo en generar estrategias más democráticas de distribución de las riquezas que la educación genera y, en nuestra región, hoy como ayer, sólo algunos pocos acumulan.


Espero no parecer demasiado dramático, pero la educación es hoy, como siempre, un espacio de confrontación y disputa, un territorio de lucha y antagonismo. Un campo de batalla. Permítanme aclarar que esto no quiere decir, necesariamente, que en la educación se contrapongan siempre e indefectiblemente, "proyectos" acabados, ni, mucho menos, modelos de sociedad antagónicos, como parece confiar cierto tipo de análisis tentado en confundir la lucha de clases con la lucha en las clases. Afirmar que hay intereses en pugna, visiones y expectativas que se contraponen, no significa afirmar que en la educación, como en las películas de Indiana Jones, los buenos están de un lado y los malos del otro. Tampoco significa que no haya buenos ni malos en la vida contemporánea. Significa, simplemente, que, casi siempre, la realidad social los junta, los funde y confunde, siendo una de las funciones del análisis sociológico, contribuir a entender este proceso.


No debería sorprender, aunque sorprende, que después de más de 200 años de debate sociológico se siga apelando a una especie de espíritu pre-hegeliano redentor y benevolente para explicar los supuestos intereses universalistas de políticas destinadas a beneficiar a todos y que acaban siendo un rotundo fracaso democrático. Sorprende, digo, que se siga debatiendo que el problema está sólo en las políticas y no en los argumentos que aspiran a justificarlas. Sostengo que este tipo de consensualismo medieval derrocha nostalgia platónica y asume la fisonomía de un noúmeno trasnochado sobre el que se erige una promesa de consenso que, en América Latina, ha servido más para ocultar que para mostrar las contradicciones que dibujan un horizonte de falsas promesas de bienestar para las mayorías.


La educación no "interesa" a todos de la misma forma. Y ese es el problema. Ponernos de acuerdo será una cuestión de fuerza, de poder. El resto, es mera ilusión


 


Autor


PABLO GENTILI:


TRES ARGUMENTOS ACERCA DE LA CRISIS DE LA EDUCACIÓN MEDIA EN AMÉRICA LATINA


http://www.siteal.iipe-oei.org


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http://www.scribd.com/full/26840008?access_key=key-19k47k4924rjo3qqyzsy


 

miércoles, febrero 10, 2010

El Reto De Ser Docentes Hoy

Manuela del Carmen Sánchez Humaran Tecate, B.C. Marzo de 2009 LA CALIDAD DE LA EDUCACIÓN: ENFRENTAMIENTO CON EL CAMBIO DE PARADIGMA : El reto de ser docentes hoy
Contenido Primera parte Segunda parte Qué capacidades deberíamos desarrollar nosotros como docentes.
Reflexiones entorno al concepto de Educación
Características de las sociedades complejas en las que vivimos.
Educación no es aprender habilidades para la vida, sino comprender la vida misma y saber vivirla.

Cambios que no debemos ignorar
Una política, un modelo y un sistema de formación docente
El aprendizaje, razón de ser del sujeto
Cambios sociales Globalidad Sociedad del conocimiento En las expectativas sobre la escuela En las familias y sus pautas de crianza En la localización del conocimiento
El mundo ha cambiado. La sociedad se ha transformado. Han surgido nuevas necesidades educativas y nuevas exigencias sobre la escuela y sus maestros
Vivimos en una Sociedad de la Información Se caracteriza por ser Multicultural








NOTAS QUE DEFINEN LA SOCIEDAD ACTUAL Auge de las Nuevas Tecnologías Aparecen dificultades para lograr una Identidad Cultural Propia Deterioro del medio ambiente

Se introducen cambios en el mercado de trabajo. Desaparecen puestos con baja cualificación.
Aparece un nuevo sector de producción: el cuaternario referido a la información.
La información es un objeto de producción.
La educación se orienta a desarrollar la capacidad de manejar información.
SOCIEDAD DE LA INFORMACION

Importancia de las redes informáticas (INTERNET).
Creación de nuevas formas de socialización y de identidad individual y colectiva (Puede conducir al aislamiento).
En educación se aprecia, no tanto la sustitución del docente cuanto un cambio obligado en el modo de organizar el proceso de enseñanza/aprendizaje.

NUEVAS TECNOLOGIAS
El auge de las comunicaciones favorece la movilidad de las personas.
Se va conformando un mercado de trabajo transnacional.
Se establecen asociaciones estables entre países para favorecer el libre paso de mercancías y personas, extendiendo las influencias culturales entre ellos.
Los medios de comunicación superan las fronteras de los países trasladando mensajes homogéneos a culturas diferentes.
La educación debe preparar para el ejercicio del diálogo, ayudando a reconocer el valor de lo diferente y ejercitando la tolerancia y la solidaridad .
El conocimiento de otras culturas favorece la toma de conciencia de la propia singularidad. A la vez que reafirma la pertenencia a un patrimonio común de la Humanidad.

SOCIEDAD MULTICULTURAL
La sociedad se orienta a ampliar progresivamente el tiempo libre y de ocio de las personas.
Estructura familiar actual y su relación con la escuela.
Aparición de nuevos problemas derivados de nuestra forma de vida: problemas ambientales, de salud, excesiva permisividad, aumento de la violencia, vivir exclusivamente el presente, etc
La educación debe orientarse a preparar ciudadanos con un pensamiento
interdisciplinar que comprenda integradamente los acontecimientos que vive.
OTROS
Ahora: Desarrollo de competencias / comprensión Combinación de habilidades intelectuales, habilidades prácticas, conocimientos, motivación, valores éticos, actitudes y emociones que se movilizan para lograr una acción eficaz en un contexto determinado Aprender a aprender y a convivir Antes : Aprendizajes simples / memorización
J. PIAGET DESEQUILIBRIO COGNITIVO defiende que aprendemos porque se produce un ASIMILACIÓN ACOMODACIÓN podemos distinguir distintos autores como OTROS se reestablece a través de dos procesos complementarios sostiene que el proceso de reequilibración cognitiva se produce en la ZONA DE DESARROLLO POTENCIAL define el modo de alcanzar APRENDIZAJES SIGNIFICATIVOS L. VIGOTSKY D. AUSUBEL OTROS J. PIAGET APORTACIONES TEORICAS SOBRE EL APRENDIZAJE

¿Qué papel tiene el docente en una política de desarrollo profesional, en un modelo de formación continua y en un sistema de formación docente basado en competencias ?
Nuevas exigencias para el trabajo docente
MANTENER UNA RELACION AMABLE CON LAS TIC COMPETENCIAS DEL DOCENTE TRATAR CON NATURALIDAD Y DECISION LO DIVERSO SER RESPETUOSOS CON NOSOTROS MISMOS TRABAJAR CON LEALTAD Y BUENA DISPOSICION JUNTO A OTROS SER ARTESANOS EN EL DISEÑO DE SITUACIONES DE APRENDIZAJE

COMPETENCIA COHERENCIA
Conocer y usar las redes telemáticas para obtener información.
Comprender cómo se genera y distribuye.
Desarrollar en los alumnos las destrezas necesarias para utilizar las TIC con criterios adecuados.
Mantener una relación más fácil con los padres.
Comunicarnos entre los compañeros de profesión, de modo rápido y eficaz.

RELACION CON LAS NUEVAS TECNOLOGIAS
El aprendizaje, razón de ser de la educación y docentes Desarrollo profesional para la mejora de la escuela y la satisfacción profesional Formación continua para enseñar a aprender a aprender y a convivir Formación en la escuela para aprender a colaborar y decidir colegiadamente Formación fuera de la escuela como decisión personal o colectiva
Desarrollo profesional docente Planeación colectiva de clases Círculos de lectura Análisis de cuadernos de los alumnos Banco de estrategias didácticas Construcción colaborativa de exámenes y estrategias de evaluación. Análisis de resultados
Trabajo en Red
Colaborar... ¿En qué? La gestión de la escuela La práctica pedagógica La participación de madres y padres de familia y el vínculo con la comunidad Con el apoyo de los asesores académicos... Formación en la escuela para aprender a colaborar
Aprender a cambiar los estilos de enseñanza, desarrollar estrategias didácticas con las que los alumnos aprendan Crear relaciones y ambiente propicios para el aprendizaje Campos de formación continua de colectivos docentes en la escuela Desarrollar relaciones virtuosas con las familias para ayudarlas a comprometerse con el aprendizaje de sus hijas e hijos Campos de acción de los Centros de Maestros Generar oportunidades, establecer vínculos
“ El hombre comienza en realidad a ser viejo cuando deja de ser educable” Arturo Graf En el año 2025, únicamente el 10 por 100 de la población mundial vivirá en los países hoy miembros de la OCDE, el resto vivirá en países subdesarrollados. En este momento aproximadamente un tercio de la población mundial, vive en la pobreza.

TRABAJAR JUNTO A OTROS
Explorar los conocimientos previos e intereses de los alumnos para construir aprendizajes.
Elegir contenidos básicos, diseñar secuencias de contenidos y conocer distintas formas de organizar los procesos de E/A en función del tipo de contenido.
Distribuir tiempos y espacios para desarrollar los procesos de E/A.
Aplicar estrategias para conocer la evolución de los aprendizajes de los alumnos.
Introducir la educación en valores.

TRATAMIENTO DE LA DIVERSIDAD
Si no abrimos las puertas de las instituciones educativas al tratamiento de la diferencia, estamos preparando el camino por el que transitará la discriminación.
En educación, a veces, no es tan importante el lugar al que llegar, como la forma de caminar.
Utilizar estrategias de mediación y resolución de conflictos definiendo criterios consensuados por el equipo docente y asumidos por los alumnos.
Conocer y aplicar técnicas para reducir nuestro propio stress.
Difundir nuestras propias experiencias y conocer las de otros compañeros.
Participar en procesos de formación.
Disfrutar con el trabajo y hacer de éste un reto estimulante trasmitiendo esta ilusión al alumnado.

RESPETO POR NOSOTROS MISMOS
Para que un reforma pueda aplicarse, necesita un contrato, un acuerdo, un compromiso firme y claro de las personas que tienen que desarrollarlo.
El docente no está solo y debe colaborar con otras personas para desarrollar con éxito su propia tarea
El principal factor de calidad en cualquier sistema educativo es el docente
¿Qué tiene que cambiar en los Docentes? ¿En qué tiene que formarse y especializarse el personal de las instituciones educativas? ¿Qué tienen que dejar de hacer los docentes? ¿Con quién tienen qué establecer vínculos? ¿Qué tienen que aprender a hacer?
“La esperanza no es la convicción de que las cosas saldrán bien, sino la certidumbre de que lo que hacemos tiene sentido” Vacklav Havel
Renovarse o... ser irrelevantes Ustedes tienen la palabra... ¡Gracias! ¡Éxitos!

lunes, febrero 01, 2010

Proyecto Educativo Institucional

Encontrar el camino de la Calidad Educativa requiere una acción coordinada, consensuada y voluntaria, que debe plasmarse en un proyecto, publico una presentación que se refiere a las características que debe tener ese proyecto.







PEIC
República Bolivariana de Venezuela Ministerio Del Poder Popular Para La Defensa Universidad Nacional Experimental Politécnica De La Fuerza Armada UNEFA Núcleo: Miranda – Sede: Los Teques Carrera: Educación Integral Cátedra: currículo Los Teques, Junio 2009 Aportes Internacionales y PEIC
Por Raquel Pérez Serrano - José Domingo Hidalgo Herrera - Francisco Manuel García Ramírez - Elisabeth Márquez Saá (España) ELEMENTOS SIGNIFICADO PREGUNTA Objetivos Orientar ¿Para qué? Contenidos Lo que se enseña ¿Qué enseñar? Metodología F Actividades F Recursos F Organización Planificar las actividades de enseñanza-aprendizaje, para que de manera gradual nos acerquen a los objetivos propuestos. ¿Cómo enseñar? ¿Cómo? ¿Con qué? ¿De qué forma? Evaluación Comprobar si se han conseguido los objetivos ¿Qué, cómo y cuándo? Justificación Argumentos de haber seleccionado lo que se ha decidido enseñar en el colegio. ¿Por qué?

PEIC (Transcripción de las diapositivas)
PROYECTO EDUCATIVO INTEGRAL COMUNITARIO QUE REALIZA LA ESCUELA ENFOQUE PARTICIPATIVO SUS NECESIDADES Y PROBLEMAS COOPERATIVA COMUNITARIA DESARROLLAR ACCIONES PEDAGOGICAS, CULTURALES, RECREATIVAS, TECNOLOGICAS, DEPORTIVAS, ARTISTICAS, ADMINISTRATIVAS Y SOCIALES PARTICIPACION CIUDADANA SU COMUNIDAD Y SU CONTEXTO SOCIOCULTURAL Y NATURAL Es aquel Asume un A partir de De acción A objeto de Y de Relacionada con
CARACTERISTICAS DEL PEIC Se desarrolla en diferentes etapas Es particular y define prioridades Construcción Colectiva Constante Reflexión Crítica y Acción Colectiva Sistematiza y organiza las Gestiones de la escuela Integra el trabajo escolar con el trabajo Comunitario Dinámico
La construcción colectiva de significados, por parte de la comunidad educativa, a partir de un lenguaje común que permita la consecución de la escuela deseada.
La identificación y transformación de la cultura organizacional de la escuela.
La creación de condiciones para que la escuela asuma un roll social que le permita incidir en los distintos ámbitos de la sociedad.
promover la participación de la familia y la comunidad. Propiciar el compromiso colectivo Promover la escuela como espacio para la comunidad, la cultura y el deporte Propiciar las innovaciones pedagógicas Promover la información permanente de los docentes Fortalecer la identidad nacional y los valores de la venezolanidad Elevar la eficacia y eficiencia de las instituciones escolares Fortalecer a la escuela en su función social
Conectada con el ser: los valores afectivos, cognitivos y sociales Las dimensiones reacionadas con el SABER, HACER y el CONVIVIR Basada en el dialogo la cooperación, la participación y democratización escolar. En relación con la sociedad donde está en la escuela. Trabajo en la visión compartida democracia, solidaridad participativa. ELEMENTOS Y ESTRUCTURA DEL PEIC FORMACION INTEGRAL CURRICULO ESCOLAR COMUNIDAD GESTION PEDAGOGICA
CONSTRUCCION DE UN PEIC
FASES DEL PEIC
PROBLEMA SELECCIONADO PROBLEMA IDENTIFICADO PROBLEMA IDENTIFICADO PROBLEMA IDENTIFICADO ESCUELA CURRÍCULO ENTORNO F ORTALEZAS O PORTUNIDADES D EBILIDADES A MENAZAS F O D A F O D A F O D A
CONTEXTUALIZACIÓN DE LAS FINALIDADES DE LA ESCUELA ACCIONES PARA SU LOGRO (VISIÓN Y MISIÓN). VALORES SOCIALES PLANES DE LA NACIÓN OBJETIVOS PROPÓSITOS DE LA INSTITUCIÓN EDUCATIVA ESTRATEGIAS DE CONTROL, SEGUIMIENTO, COSTOS, RECURSOS Y TIEMPO DISPONIBLES
METAS TAREAS ACTIVIDADES CRONOGRAMA RESPONSABLES RECURSOS PLAN DE ACCION
EJECUCIÓN DIVULGACIÓN SISTEMATIZACIÓN EVALUACIÓN SUPERVISIÓN: Sugerencias, control y seguimiento
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