En los últimos 30 años Internet nos ha cambiado la vida, las relaciones o el tiempo libre, tanto a menores como a adultos. Ha sido una transformación extraordinaria en el desarrollo de la sociedad, pero también ha venido acompañada de riesgos importantes de salud que es preciso conocer. Como saben los lectores/as de mi blog, el estudio y la investigación del fenómeno de la pornografía nos ha interesado desde hace muchos años, particularmente los efectos de su exposición frecuente a la modalidad que es representada con diferentes dosis y formas de violencia a mujeres y a chicas aniñadas.
La inmensa mayoría de los menores y jóvenes
consumen porno con ese tipo de características en Internet. En España, algunos
comienzan a los 8 años, otros incluso antes. Las niñas algo menos, pero en
algunos países como Suecia o Australia ya se están igualando hacia los 16 años.
Cualquiera que tenga un móvil con acceso a la red puede hacerlo. Tus hijos,
nietos o sobrinos, amable lector/a, también lo harán, si no lo han hecho todavía.
También las niñas, aunque de momento algo menos. Además, la propia industria
del porno tiene recursos sobrados para que se topen en cualquier momento con él
y lo consuman. Ese es su objetivo, crear consumidores si son adictos mucho
mejor, como en el caso de la industria del tabaco, del alcohol o los cárteles
de la droga.
Una buena parte de chicas, tratan de parecerse a
los chicos en estas y otras manifestaciones, pero, aunque sean menos
consumidoras asiduas de pornografía, sufren en sus propias carnes las
consecuencias de que los chicos lo hagan casi a diario. Conocemos algunos de
los costes de ese aprendizaje en forma de lesiones anales en niñas o agresiones
sexuales de todo tipo, cuando no traumas, aversiones y fobias al sexo.
Por consiguiente, este consumo, a pesar de ser
gratis, no es de balde, tiene consecuencias y algunas de ellas muy graves.
Diferentes estudios científicos sugieren diferentes efectos: adicción,
hipersexualidad, alteraciones cerebrales, disfunciones sexuales, problemas de
pareja, trastornos de la conducta, alteraciones de la sociabilidad, consumo de
prostitución, riesgos reproductivos y de infecciones entre otros, pasando por
el aprendizaje de un modelo de relaciones sexuales agresivo, inaceptable desde
todo punto de vista, cuando nos referimos al porno violento.
Nos parece terrible y lamentable que niños y niñas
se inicien en la sexualidad con ese modelo que ven en las pantallas de sus
móviles, modelo que contribuye a configurar el concepto y el sentido de su
sexualidad y de sus relaciones a partir de ese momento. El porno es el manual
de instrucciones de las primeras relaciones sexuales de muchos chicos y chicas.
Estamos seguros de que la pornografía va a cambiar muchos de los códigos y de
las claves sexuales que hasta ahora conocíamos respecto de la estética
corporal, la sexualidad y de las relaciones sexuales, con lo que ello supone.
Por todo ello, hablo de generación de
#niñosyniñaspornograficos, hashtag que ha tenido una excelente acogida en las
RR SS y que sirve de título a una ambiciosa propuesta educativa, bien
fundamentada en un análisis exhaustivo de las diferentes implicaciones de la
pornografía en la reciente historia y en el momento actual.
Proponemos una capacitación específica de
padres y docentes, en base a 6 temas prioritarios, contenidos que, luego,
ellos/as van a aplicar en sus respectivos ámbitos con niños, niñas y jóvenes.
La finalidad es que lleven a cabo una adecuada educación sexual que les permita
hacer frente a esa vigorosa influencia de la industria pornográfica, ante la
que se hallan, demasiado a menudo, sin vigilancia de ninguna naturaleza. La
pornografía seguirá existiendo durante mucho tiempo y, en este momento, la
formación es el único recurso realista que tenemos. Estos 6 temas responden a
las ideas y creencias más significativas que transmite el porno, con el que hay
que competir en una lucha desigual.
En consecuencia, con la finalidad de que las
familias y profesionales lleven a cabo una educación sexual realista y
eficiente con menores y jóvenes, para que afronten con éxito estos nuevos
riesgos de Internet, proponemos una “amplia mochila” cargada de conocimientos
basados en los avances científicos, al objeto de transmitirles información
rigurosa y realista y hacerlo de manera adecuada.
El porno es el manual de instrucciones de las
primeras relaciones sexuales de muchos chicos y chicas
José Luis García
Esta propuesta está explicitada en dos libros que
se publican estos días y que tienen esa finalidad educativa desde una
perspectiva de la salud. Y todo ello desde una perspectiva de prevención y
promoción de la salud sexual y relacional, poniendo el foco, un poco más, en
los niños y hombres.
En noviembre de 1990 en una entrevista que me
realizó el diario canario CANARIAS 7, yo advertía: “Alguien tiene que hablar a
nuestros hijos de pornografía”. Me congratuló leer el 9 de diciembre de 2020,
en un artículo en EL PAÍS sobre este tema, en el que su autora Eva Bailén,
afirmaba: “cuanto más retrasemos la conversación sobre la sexualidad, más
necesaria será la charla sobre pornografía”.
Enseñamos a nuestros hijos a comportarse en todos
los ámbitos de su vida, excepto en la sexualidad.
En lo que concierne a su educación sexual,
responsable en buena parte del placer, la alegría, de sus relaciones afectivas,
el bienestar o su salud futura, dejamos que lo haga el porno violento. Y eso
tiene su coste afectivo, emocional y sexual. Lamentablemente un grupo
importante pagará ese precio.
Por tanto, repito, este trabajo está encaminado
fundamentalmente a educar y capacitar en la sexualidad a vuestros hijos e hijas
para que puedan hacer frente a los desafíos, y sus consecuencias, que plantea
el consumo de pornografía en la sociedad actual. También a que puedan analizar
con más criterio los argumentos de quienes consideran que ver pornografía a
corta edad no tiene ningún efecto, que son tonterías de los fanáticos,
religiosos o de aquellos que no aman la libertad, argumentario muy alejado de
lo que ocurre realmente como tratamos de mostrar en nuestra novedosa
aportación.
La inmensa mayoría de los jóvenes ven pornografía,
las chicas menos, pero sufren las consecuencias de que ellos la vean. Gran
parte de este porno tiene diferentes dosis de violencia y de violencia hacia la
mujer y chicas jóvenes aniñadas. Además, presenta modelos de conducta sexual
inadecuados, así como ideas e informaciones con escasa fundamentación
científica. Estas circunstancias, en ausencia de educación sexual adecuada,
puede provocar muy diferentes consecuencias en otros tantos órdenes de sus
vidas, sus relaciones y particularmente en su salud integral.
Dado que las agresiones sexuales a mujeres y a
niñas son un drama lacerante en nuestra sociedad, y que se ha señalado a la
pornografía como un factor etiológico de este problema, el programa pivota
sobre esta esta vinculación. Ya hemos dicho repetidas veces que la violencia es
inaceptable y que, en lo que se refiere a la sexualidad, lo es todavía aún más.
Con estos libros, pretendo ayudarles a llevar a
cabo su cometido educativo de la mejor manera que yo considero. Necesariamente
el conocimiento de la realidad y de los hechos que rodean a la pornografía son
condición indispensable para educar de modo más realista y eficiente. De ahí
que hayamos apostado por ofrecer conocimientos y datos sobre ello, así como
directrices, criterios y orientaciones pedagógicas concretas para la vida
diaria.
Las intervenciones educativas frente a los
problemas de salud deben basarse en los conocimientos e investigaciones
científicas. “El saber no ocupa lugar”, por tanto, para hablar con los
hijos e hijas de esta temática, mejor si tenemos una amplia y fundada formación
para transmitirlas y discernir aquello que, por su edad o su desarrollo
evolutivo, mejor les convendría. La pornografía es un fenómeno muy complejo y,
para hablar de ella, convendría tener claro algunas de las implicaciones más
destacadas.
En el primer libro, Niños (y niñas)
pornográficos 1, analizamos aspectos conceptuales (¿qué entendemos por
pornografía?), históricos (¿cómo ha evolucionado el porno en las últimas
décadas?), ideológicos (¿cuál es el debate actual?), modelos de conducta que
nos ofrece, así como sus implicaciones económicas, éticas, legales y los
diferentes efectos en la salud o en las relaciones, que acompañan al consumo de
pornografía. También se analizan otros hechos vinculados directamente a ella
(Internet y sus riesgos, violencia y agresiones sexuales, prostitución, etc.).
Libro
‘Niños y niñas pornográficos’, de José Luis García
El segundo, Niños (y niñas) pornográficos 2,
se centra en cuestiones más prácticas y sugiere una propuesta educativa,
concreta y fundamentada en una investigación exhaustiva, para llevar a cabo en
el hogar y en los centros de enseñanza, dentro de la educación sexual. En este
momento, pensamos que la capacitación de nuestros hijos e hijas es el mejor
recurso para hacer frente a la pornografía on line, promovida hasta
la saciedad, sin ningún límite, por la todopoderosa industria que está detrás.
Este segundo libro se publica junto al primero.
Todo ello es el resultado de varios años de
investigación y estudio, un trabajo intenso y emocionante a partes iguales,
sobre este fenómeno -que ofrecemos con gusto a quienes sean sensibles a esta
problemática- que está cambiando nuestra manera de ver y vivir la sexualidad,
también algunos códigos y claves sexuales, en una sociedad con nuevos y
sorprendentes paradigmas que parecen caracterizar inevitablemente al S. XXI.
Nuestros hijos/as, nietos/as o sobrinos/as merecen
una mayor consideración y respeto por parte de los adultos frente a la dejación
de sus responsabilidades en esta área. Tienen derecho a ser educados
adecuadamente en todos los aspectos de su vida, en lugar de ser abandonados a
su suerte en manos de la pornografía que es uno de sus principales referentes
sexuales.
Es terrible y lamentable que niños y niñas se
inicien en la sexualidad con ese modelo que ven en las pantallas de sus
móviles, modelo que contribuye a configurar el concepto y el sentido de su
sexualidad y de sus relaciones a partir de ese momento. El porno es el manual
de instrucciones de las primeras relaciones sexuales de muchos chicos y chicas.
¿Hasta cuándo?
Por: Jose Luís García
Fuente
*https://www.eldiario.es/navarra/contrapunto/jovenes-efectos-consumo-pornografia-propuesta-educativa_132_6511768.html
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