El bajo nivel de
la enseñanza en el mundo hace que un 60% de los jóvenes no logre las
competencias mínimas en lectura y matemáticas
En la actualidad más de 265 millones de niños y niñas en el mundo no
están escolarizados y el 22% de estos están en edad de asistir a la escuela
primaria. La matriculación en la enseñanza primaria en los países en desarrollo
ha alcanzado el 91%, pero 57 millones de niños en edad de escolarización
primaria siguen sin asistir a la escuela. Más de la mitad de los niños que no
están matriculados en la escuela viven en el África Subsahariana, lo que la
convierte en la región con mayor número de niños sin escolarizar de todo el
mundo, Y esta región tiene una población muy joven, por lo que en 2030 tendrá
que proporcionar educación básica a 444 millones de niños de 3 a 15 años, que
es 2,6 veces el número de alumnos matriculados a día de hoy. Mientras que el
50% de los niños que no asiste a la escuela primaria vive en zonas afectadas
por conflictos, 617 millones de jóvenes en el mundo carecen de los
conocimientos básicos en aritmética y de un nivel mínimo de alfabetización.
Con el objetivo de corregir estas cifras y que niñas y niños terminen la
enseñanza primaria y secundaria, en septiembre de 2015, en la Cumbre de
las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible que se celebró en
Nueva York, los Estados Miembros aprobaron oficialmente la Agenda de
Desarrollo Sostenible 2030 con 17 objetivos, entre los que figura el
nuevo objetivo de educación mundial (ODS4). Un objetivo que busca «garantizar
una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de
aprendizaje durante toda la vida para todos». Si bien el progreso hacia el
cumplimiento de la Agenda 2030 ha sido significativo, todavía no se avanza a la
velocidad ni en la escala necesaria para su cumplimiento.
Las mujeres, más excluidas
El acceso a la educación es todavía más complicada en el caso de las
mujeres y las niñas. Aproximadamente un tercio de los países de las
regiones en desarrollo no ha logrado la paridad entre los géneros en la
enseñanza primaria. Las niñas de África Subsahariana, Oceanía y Asia Occidental
siguen teniendo dificultades para matricularse tanto en la escuela primaria
como en la escuela secundaria. Estas desventajas que las mujeres jóvenes sufren
en materia de educación se traducen también en falta de capacitación y, por
tanto, de oportunidades para acceder al mercado de trabajo. En
la actualidad, a nivel mundial la baja calidad de la educación hace que seis de
cada diez niños y adolescentes no estén logrando un nivel de competencia mínima
en lectura y matemáticas y que 103 millones de jóvenes carezcan de
habilidades básicas de alfabetización, el 60% mujeres.
El papel de la empresa
A nivel nacional, España se enfrenta a otra tipología de retos
como la alta tasa de abandono escolar –la segunda más alta de la UE
(17,9%)–. En este sentido, cada vez son más las empresas que, a nivel
global, evidencian la desconexión existente entre el ámbito educativo y el
ámbito empresarial, siendo cada vez más difícil encontrar a profesionales con
las capacidades adecuadas para desarrollar los negocios. Fundación
Seres y Fundación PwC trabajan de una manera
muy estrecha en los avances de la empresa en la Agenda 2030 y en particular en
el ODS 4 . «El marco que establecen los ODS representa una excelente
oportunidad para ser más innovadores y conscientes del impacto que tenemos ante
los retos globales», enfatiza Lucila García, subdirectora general de Fundación
Seres. «Más allá de su papel como dinamizadora en el ámbito académico, la
empresa también tiene la oportunidad de educar e involucrar a otras partes
interesadas de la sociedad, desde los propios empleados o los proveedores hasta
inversores y clientes», añade Santiago Barrenechea, presidente de la
Fundación PwC. Con la finalidad de orientar a las empresas en este camino,
ambas fundaciones proponen varias líneas de actuación, entre las que destacan
proporcionar formación a los empleados, así como incentivos económicos o
flexibilidad laboral para que los empleados complementen su educación.
Impulsar programas de formación y desarrollo con escuelas y
universidades para identificar y solventar las carencias actuales y futuras de
conocimientos y competencias necesarias en el mercado laboral; cooperar con
escuelas y universidades para aumentar la facilidad y la promoción de becas y
oportunidades de acceso al mercado laboral así como fomentar la diversidad
mediante la presencia de niñas, jóvenes y mujeres en las disciplinas STEM.
Para acceder al mercado laboral es más necesario que nunca aumentar
nuestras competencias digitales. «Es imprescindible promover una colaboración
más cercana de los distintos agentes: instituciones públicas, centros
educativos y empresas. Esta colaboración permitirá que, desde una visión
conjunta, se puedan crear y fortalecer los mecanismos para generar mayores
niveles de calidad educativa, y que podamos afrontar conjuntamente grandes
retos como, por ejemplo, la adaptación a un escenario de profunda
transformación digital. Una educación de calidad es el eje sobre el que las
personas construyen su futuro», explica Ricardo Trujillo, responsable
del área de Impacto Social de Forética.
Fuente de la Información:
https://www.larazon.es/economia/20200329/r6msqigjnrhkhe2ncbbgh4j5re.html
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