El tema de la calidad de la educación suele ser tratado
por los políticos de manera superficial. ¿A qué tipo de calidad nos referimos?
¿Con qué propósitos?
Hay retos importantes en la sociedad frente a los que algunos personajes
reaccionan con fórmulas vacías, particularmente en las épocas cercanas a los
debates electorales. Dos ejemplos de retos significativos para la sociedad, a
los que se responde de esta manera, son los asociados al llamado pos-conflicto,
por un lado, y el de la calidad en la educación, por otro. En el caso de
candidatos a ocupar algún cargo en el Estado, sea en la rama ejecutiva o en
organos normativos, la lógica parece ser la de incluir las fórmulas, so pena de
estar desactualizados.
En particular, con excepciones, el tema de la calidad de la educación
suele ser tratado de manera superficial. ¿A qué tipo de calidad nos referimos?
¿Con qué propósitos?
Algunas ideas al respecto:
Un país como Colombia requiere insertarse en el grupo de las sociedades
del conocimiento. En forma sencilla, nos referimos a aquellas en las que sus
miembros son respetuosos entre sí, democráticos, celosos del cuidado del medio
ambiente, productivos, innovadores y creativos. Una sociedad en la que la
creación de riqueza y el intertcambio con el mundo global se sustentan en la
aplicación del conocimiento.
¿Podemos educar a nuestros niños en la pespectiva de convertir a
Colombia en una sociedad del conocimiento?
Una forma de verlo se relaciona con el desarrollo de las llamadas
competencias del siglo XXI. La literatura disponible distingue cuatro ámbitos
alrededor de dichas competencias:
- Las
maneras de pensar: la educación que reciban los niños debe desarrollar su
sentido de innovación y creatividad, la permanente curiosidad, la
habilidad de pensar críticamente y, muy importante en nuestra época, la
capacidad de aprender por cuenta propia.
- Definitivamente
no se puede continuar con el imaginario de los genios y los líderes
individuales. A los grandes logros se accede mediante el trabajo en
equipo. Para que ello sea posible, la educación debe generar
competencias de comunicación y colaboración.
- La
revolución tecnológica digital actual, obliga a la adquisición de unos
estándares mínimos de alfabetismo digital. Sin embargo, no se trata,
simplemente, del manejo de tabletas, ordenadores y de la apropiación de un
paquete determinado de software. La gestión de la información en el
contexto de la revolución digital juega un papel crítico en el proceso de
convertirnos en sociedad del conocimiento. Finalmente, las tecnologías de
la información son simples herramientas. Plasmar una idea por escrito,
diseñar un proyecto o plantearse preguntas sigue siendo crítico; sólo que,
ante la explosión de información (por ejemplo, la suministrada por los
buscadores tipo Google o Bing), la gestión de la información adquiere una
dimensión inusitada dentro de las competencias requeridas hoy en día. Por
otra parte, la comunicación y la colaboración están en la médula de la
apropiación de las tecnologías digitales.
- Lo
anterior sólo tiene sentido si se desarrolla en nuestra vida en sociedad.
La conciencia de los deberes y derechos como ciudadanos locales y
globales, el respeto por las diferencias, son críticos.
Cuando se hable de calidad en la educación, en consecuencia, hay que
preguntarse para qué y a partir de allí darle contenido al propósito. Una
visión al respecto es la de educar a nuestros niños y niñas en la perspectiva
de insertarnos en la sociedad del conocimiento mediante las competencias
asociadas a las dimensiones mencionadas.
Por: Rafael Orduz
Fuente artículo: http://compartirpalabramaestra.org/editorial/educacion-de-calidad-un-lugar-comun