La Calidad en Educación no se detiene en el conocimiento de determinadas áreas, las escuelas pueden aportar elementos valiosos en distintos aspectos, que pueden ser contenidos transversales, como la Educación Sentimental ¿Qué podemos pretender de ella? ¿Qué necesidades humanas podemos reconocer? ¿La Educación sentimental es también Calidad en Educación?
¿Qué se propone la educación sentimental? ¿Qué exigencias
tiene atender la dimensión emocional en la organización escolar? En última
instancia, que los individuos alcancen la felicidad a través de su desarrollo
integral, de la aceptación de sí mismos y de la buena relación con los otros...
Hablar de educación sentimental significa que hay proyecto, una planificación
intencional que pretende alcanzar unos fines a través de unas determinadas
estrategias. No es todo espontáneo, no se entrega la vida al azar.
El seno de esta tarea es la escuela. No sólo la
escuela, claro está. Decir que es sólo la familia el ámbito de la educación
sentimental significa dejar desamparadas y sin esa ayuda precisamente a los
hijos de las familias más desfavorecidas, más desarticuladas, menos conscientes
de la importancia de esa tarea. Significa que se vuelve a castigar a quienes ya
estaban cultural, social y económicamente castigados.
Expondré a continuación algunas de las pretensiones que
subyacen al proyecto de educación sentimental que debe desarrollar la comunidad
educativa.
Satisfacer las
necesidades psicológicas
Todas las personas tenemos una serie de necesidades que
deben ser satisfechas. De lo contrario se generan estados conflictivos de
frustración, ansiedad, agresividad ... La necesidad supone una carencia, una
falta de "algo" y genera un impulso que nos hace tender hacia su
satisfacción. Estas necesidades pueden ser ignoradas. El individuo puede actuar
como si no existieran, pero no por eso se suprimen o se eliminan. Se pueden
satisfacer de un modo ordenado o incorrecto. Entonces se produce malestar,
inmadurez o conflicto. Pero también podemos satisfacerlas de un modo positivo y
correcto. Entonces se produce satisfacción y felicidad.
Hay quien piensa que las necesidades psicológicas no tienen
la misma consistencia que las necesidades biológicas de alimento, cobijo o
satisfacción de la sed. No
es así. Cuando no se satisfacen las necesidades psicológicas, se paga un alto
precio por ello. Con frustración, con amargura o con "muerte
psicológica". Se trata de leyes, no 'de sugerencias.
·
Necesidad de ser uno mismo: necesidad de sentir
el respeto que se debe a toda persona. Necesidad de afirmación personal. De
pensar, sentir y obrar por nosotros mismos.
·
Necesidad de realizarse: la persona tiene
necesidad de crecer psicológicamente, de desarrollarse en todas sus facetas
(intelectual, afectiva, volitiva...).
·
Necesidad de amar: el ser humano tiene necesidad
de proyectar su afecto, de ser generoso, de darse a otras personas para
sentirse realizado.
·
Necesidad de ser querido: todos necesitamos ser
queridos, ser considerados, ser apreciados, ser valorados, ser tenidos en
cuenta. Necesidad de seguridad: seguridad en uno mismo para considerarse
suficientemente valioso y necesidad de sentir la confianza de los otros.
·
Necesidad de comunicación: el ser humano tiene
necesidad de estar en contacto con el otro, de mirarse en ti (sin el cual no
hay yo), de relacionarse con los demás.
·
Necesidad de ser libres: Liberación de tipo
externo (frente a las coacciones y manipulaciones). Libertad de tipo interno
(frente a esclavitudes psicológicas).
·
Necesidad de ser fecundos: no sólo hay
fecundidad biológica. Hay también fecundidad intelectual, afectiva, social,
espiritual. ..
·
Necesidad de valer por sí mismo: se trata de una
necesidad que no depende del conocimiento que se tenga o del dinero que se
posee, sino del valor intrínseco de la persona
·
Necesidad de valer para alguien: necesitamos ser
importantes para otros, ser necesarios, ser importantes para otras personas.
Cuando las "leyes" no se cumplen se produce un
desorden. Las necesidades se pueden suplir, se pueden sublimar, se pueden
ignorar. Pero, cuando no se satisfacen, se paga un alto precio por ello.
Aceptarse a sí mismo
Aceptar nuestro cuerpo, nuestra identidad, nuestro origen,
nuestra idiosincrasia es una parte fundamental de la comunicación con los otros
y del desarrollo emocional. No estar avergonzados por cuestiones que no suponen
ningún desdoro, ninguna vergüenza. "El cuerpo es el primer instrumento de
la conciencia".
Muchos adolescentes viven con ansiedad la aceptación de sí
mismos. Especialmente las mujeres. Se comparan con los otros de forma impropia
e injusta y sufren al no poder comentar con nadie cuestiones que se les pudren
en la mente.
La producción bibliográfica, de muy diverso valor, sobre
autoconcepto y autoestima es cada día más abundante. No es casual. Muchas
personas acuden a orientaciones prácticas en forma de recetas que no llegan al
fondo de la cuestión.
Reconocer las propias
emociones
Reconocer las propias emociones, sentirlas, ser capaz de
llegar hasta el fondo de ellas es un modo de vivir y de vivirse. Hay quien no
es capaz de sentir su miedo, su dolor, su rabia. Hay quien no es capaz de
experimentar amor y placer. Porque no lo sabe hacer. Porque no se lo permite.
Hay terapias de desarrollo emocional, como la terapia por el
grito que trabajan básicamente cinco emociones, tres negativas (dolor, rabia y
miedo) y dos positivas (amor y placer).
La finalidad de las intervenciones (individuales y grupales)
es ayudar a reconocer, a vivir profundamente y a expresar las emociones.
Reconocer las
emociones de los otros
Hay que saber reconocer, afrontar y recibir las emociones de
los otros. Somos seres en relación. El aprendizaje de la vida emocional exige
la relación efectiva y afectiva con los otros. No hay yo sin tú.
En un mundo culturalmente cada vez más diverso, es necesario
saber qué sienten los otros y cuál su modo de expresarlo. Cada cultura tiene
una forma de vivir y de expresar los sentimientos. Cada día más las escuelas se
van a convertir en un crisol de culturas. Encerrarse en sí mismo es un
empobrecimiento y un error.
Expresar las propias
emociones
Especialmente a los varones se nos ha dicho que es necesario
controlar las emociones, que es necesario inhibirlas, que no se las puede
expresarse libremente. Se nos ha dicho a todos. Cuando una persona se echa a
llorar en público (por ejemplo, en televisión) pide perdón. Parece que ha
tenido una debilidad., "Me he dejado
llevar por mis sentimientos", se dice. ¿Qué hay de malo en ello?
"La socialización
disimétrica de género en el campo de los sentimientos se concreta en una
consideración desigual por el hecho de ser mujer o varón, disimetria que viene
dada o bien por el comportamiento que se espera o bien por la represión de su
manifestación" (Simón).
La famosa expresión "los niños no lloran", vincula
la hombría al control emocional. Lo mismo sucede con la idea "los hombres
no tienen miedo". Y sí, vivimos en sociedad y hemos de controlar las
emociones. Pero no hasta el punto de no sentirlas, de no reconocerlas, de no
poder transmitirlas y compartirlas.
Aprender a solucionar
los conflictos
Los conflictos no son necesariamente malos. Suelen ser
dolorosos, eso sí, pero algunos son necesarios y, a la larga, beneficiosos. Hay
conflictos de crecimiento, de rebeldía, de superación, de transformación...
Conviene diagnosticar con precisión de qué se trata el
conflicto, por qué surge, a qué se debe, cómo se fragua, por qué se
mantiene...Si no se diagnostica con rigor se corre el riesgo de buscar una
solución ineficaz o contraproducente.
Puede ser necesario contar con la ayuda de otras personas
para hacer un buen diagnóstico. Desde fuera se puede analizar el problema con
menos pasión, con más perspectiva al no estar inmerso en el núcleo de los
intereses.
Hay que intervenir de forma coherente y, a veces, esforzada.
Puede ser necesario un mediador para poner el conflicto en la vía de las
soluciones.
Hay que evaluar lo sucedido. Porque algunos piensan que no
hacen falta plazos, que se puede acabar con un problema de una vez por todas.
Hay quien piensa que todo se puede conseguir de la noche a la mañana y que no
hay retrocesos ni fracasos. Errores frecuentes.
Aprender ciudadanía
La educación sentimental encierra no sólo las exigencias del
desarrollo personal de sentimiento y actitudes. Se enfoca también hacia los
otros. La vida en democracia tiene unas exigencias que necesitan un aprendizaje
en la escuela.
Hombres y mujeres compartimos una sociedad que hemos de
hacer cada día mejor. Aprender a conocer al otro, a respetarlo, a escucharlo, a
dialogar, a compartir... son exigencias de la democracia. Elena Simón
subtitula su hermoso libro de una forma elocuente: "Mujeres y hombres
hacia la plena ciudadanía".
En la escuela aprendemos el género, vamos aprendiendo a ser
hombres y mujeres en una cultura determinada. Otra cosa es el sexo biológico,
que nos condiciona a través de los genes.
Desarrollar
habilidades sociales
Hoy se insiste mucho en la necesidad de desarrollar
habilidades sociales. La producción bibliográfica al respecto es inabarcable.
El dominio de habilidades sociales facilita la comunicación eficaz con los
demás. Las personas se forman sobre ellas un concepto favorable, de modo que
esa imagen actúa de refuerzo sobre el autoconcepto de quien las posee.
En una edad como la adolescencia, en la que la relación con
los otros es tan importante, las personas consideran muy importante estas
habilidades, especialmente a la hora de relacionarse con personas del otro sexo
o de hacer y mantener amistades.
Extraído de
Arqueología de los sentimientos en la Organización Escolar
Miguel Ángel SANTOS GUERRA
Universidad de Málaga
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